Ocho días antes de perder en Pamplona, Mourinho advertía: 'Si la distancia con el Barça aumenta, se acabó la Liga'. Ayer, cuando sus sospechas se hicieron realidad, no fue tan tajante, pero en el aire está que el campeonato se le ha podido escapar al Madrid. 'Es la segunda derrota del campeonato, una situación difícil en relación al primer clasificado, pero mañana es otro día y el miércoles volveremos a jugar', comentó Mourinho tras la derrota contra Osasuna.

Como método para evitar que el certificado de defunción se firmase en Pamplona, el técnico portugués habló más del recorrido en el campeonato que de la derrota en sí. 'La Liga se va acumulando puntos perdidos. No se puede decir que los tres de hoy sean más importantes que los de Levante o Almería, es por la acumulación de puntos', explicó.

Su pesimismo es norma en el Real Madrid, aunque algunos se resisten a aceptar que la Liga ha terminado en lo que al título se refiere. 'Es duro, pero no definitivo', comentaba Valdano, director general del club, vetado por Mourinho. 'No es un adiós, quedan muchos puntos', asentía Xabi Alonso. 'Es difícil, pero hay que pensar en positivo', comentó Cristiano. Valdano mostró el camino a seguir para retomar el pulso a la Liga, que poco tiene que ver con lo futbolístico: 'Nos caracteriza nuestra dureza'.

La distancia entre el Madrid y el Barcelona es de siete puntos, más de los que los azulgrana consiguieron poner de por medio el año pasado contra el equipo de Pellegrini, que como mucho llegó a estar a cinco. Aquel equipo sumaba un punto menos que el actual en la jornada 21, pero sólo se encontraba a cinco puntos del Barça. Esa situación es hoy la esperanza a la que se agarra Valdano. 'El año pasado nos pasó algo parecido [el Madrid perdió en Bilbao y empató en Pamplona] y el equipo fue capaz de sobreponerse para pelear por la Liga', aseguró.

Mourinho tampoco supo dar una explicación nítida a los motivos del descalabro en Pamplona. 'Yo le digo siempre a mis equipos que no me gusta regalar partidos por lucha o compromiso... no es la situación', comentó antes de descartar al árbitro como razón de la derrota. Todo lo más que supo decir es que el equipo no mereció la derrota, pero sí el empate. 'Enhorabuena a ellos, hicieron todo para conseguir un punto y sobre los míos no tengo críticas', señaló antes de incurrir en el estadio como posible motivo de la derrota. 'No creo que muchos vayan a ganar aquí. En el partido del Barça hubo una jugada decisiva con 0-0 [un penalti no pitado que ya ha nombrado Mou en alguna ocasión]. Es difícil jugar aquí', reseñó.

El entrenador luso elogió al público, algo con lo que no estuvo de acuerdo Cristiano. 'El ambiente fue inadmisible y fatal, pareció una batalla', señaló la estrella blanca centrando sus críticas en el lanzamiento de objetos.

En cuanto al escaso fútbol que desplegó su equipo en el partido, Mou no tuvo muchas palabras. El luso se escurrió como pudo cuando fue preguntado por el doble pivote que formaron Khedira y Lass y su posible fallo en la jugada del gol. 'Somos un equipo que en los últimos partidos no hemos encajado goles, hemos sido sólidos. No sé si el gol es una pérdida nuestra, pero no es dramático, normalmente tenemos que marcar', dijo antes de enumerar algunas de las opciones que tuvo su equipo en el encuentro.