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Zapatero congela la reforma fiscal que pide el PSOE tras el tijeretazo

Varios dirigentes territoriales han pedido al presidente recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio

GONZALO LÓPEZ ALBA

La tensión subyacente y la inquietud generada en el Gobierno y en el PSOE por el tijeretazo social y su impacto ciudadano afloró ayer en las declaraciones de los vicepresidentes Manuel Chaves y Elena Salgado sobre la posibilidad de una próxima subida de impuestos. Sin ser necesariamente contradictorias, el énfasis fue claramente diferente y cabe pensar que sus destinatarios también: el electorado socialista en el primer caso y los mercados en el segundo.

La jornada comenzó con el vicepresidente tercero asegurando en la Cadena Ser que pedir 'un esfuerzo mayor para aquellos que más tienen' es algo que 'se contemplará en su momento'. Minutos después, en Antena 3 TV, la vicepresidenta segunda decía: 'Es algo que no se descarta en algún momento para el futuro, pero desde luego no es lo que en este momento está encima de la mesa'. Aun así, Chaves se ratificó más tarde en sus palabras, en los pasillos del Congreso.

Para conciliar la aparente contradicción entre ambas declaraciones, un portavoz gubernamental aseguró que la 'posición oficial' es la expresada por Salgado mientras que Chaves manifestó 'un sentimiento', ampliamente compartido en el PSOE.

La posibilidad de abordar una subida de impuestos es, según diversas fuentes gubernamentales y socialistas consultadas por Público, una bala que José Luis Rodríguez Zapatero se guarda en la recámara. El presidente del Gobierno considera, según fuentes próximas, que ahora 'no es el momento de tocar los impuestos'.

Quiere comprobar antes el impacto y el recorrido del ajuste anunciado el miércoles. Para ello, se ha dado de plazo hasta finales de año y, como mínimo, hasta septiembre, cuando se envíen al Parlamento los Presupuestos para 2011. A favor de esta actitud operan varios factores. Por una parte, nadie tiene la seguridad de que los especuladores no vuelvan a la carga y el Gobierno tenga que afrontar nuevas medidas, cuando ya ha agotado prácticamente el margen de ajuste por el lado del gasto. Por otra parte, una eventual reforma fiscal no entraría en vigor hasta el año próximo, y en julio empezará a aplicarse la subida del IVA, que se considera la vía más rápida y eficiente para mejorar los ingresos.

Pero si estos criterios avalan las declaraciones de Salgado, las de Chaves coinciden con lo que los secretarios regionales del PSOE plantearon en la tarde del miércoles a Zapatero para compensar el tijeretazo social y también lo que concluyeron de las palabras del presidente.

En esta reunión, en la que Chaves participó como presidente del partido, junto con José Blanco y Leire Pajín, fueron varias las voces que reclamaron medidas que carguen el sacrificio sobre los que tienen más recursos y la respuesta del presidente, según varios de los asistentes, vino a ser: 'Sí, pero mejor en otro momento'.

Todos salieron de Ferraz con la clara impresión de que la medida 'está en la agenda y es cuestión de elegir el momento idóneo'. Sobre el contenido, Zapatero se mostró críptico y se limitó a dejar claro que 'la filosofía será claramente de izquierdas', aunque en la situación actual se tendrían que buscar mecanismos que no afecten al coste del trabajo ni provoquen un retraimiento de las inversiones. Por eso, la posibilidad de penalizar a las grandes fortunas con un nuevo impuesto, medida que goza de muchos adeptos en las filas socialistas, produce la oposición de Hacienda por el temor a que se vayan a otros países.

Aunque el presidente del Gobierno no soltó prenda, durante la reunión se barajaron diversas posibilidades. Entre las opciones mejor acogidas destaca la posibilidad de recuperar en un formato corregido el Impuesto sobre el Patrimonio, cuya supresión se calcula que tuvo para Hacienda un coste de unos 1.600 millones de euros. El presidente de Asturias, Vicente Álvarez-Areces, lo reivindicó ayer públicamente.

'Os pedimos que no entréis en detalles sobre las medidas relacionadas con la bajada del sueldo de los funcionarios y sobre el establecimiento de un nuevo impuesto a las rentas altas'. Con esta petición por escrito de la ejecutiva federal del PSOE a los cargos orgánicos e institucionales del partido se intenta abortar lo que el Gobierno considera un debate prematuro que puede generar una confusión innecesaria, al menos hasta que se concreten por el Consejo de Ministros las medidas anunciadas el miércoles por Zapatero. Mientras que ayer se trabajaba en la búsqueda de fórmulas para salvar del recorte salarial a los funcionarios ‘mileuristas', fuentes gubernamentales aseguraban que existen instrumentos para conseguir una mayor aportación de los más pudientes sin necesidad de tocar el IRPF. 

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