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Un folleto informativo de la Xunta considera la marcha atrás como anticonceptivo de eficacia similar al condón

El Servicio Galego de Saúde indica en él que el 'coitus interruptus' puede evitar embarazos no deseados en hasta el 96% de los casos si se usa “correctamente”

El conselleiro de Sanidad, Manuel Vázquez Almuiña (en primer plano), y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (al fondo), en un rueda de prensa en Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira JR

JUAN OLIVER

El Servicio Galego de Saúde (Sergas) considera que la marcha atrás es un método anticonceptivo de utilidad comparable a la del condón y al de otros métodos de barrera como los diafragmas intrauterinos (DIU), y que, a pesar de que no protege contra las enfermedades de transmisión sexual, su eficacia puede evitar embarazos no deseados en entre el 73% y el 96% de los casos si se usa el coitus interruptus “correcta y sistemáticamente”.

Así figura en un folleto informativo sobre métodos anticonceptivos publicado por el Sergas en el año 2010 y repartido por la Xunta desde entonces en los centros de salud de la comunidad, y que aún está colgado en la página web del departamento de salud del Gobierno autonómico en el apartado de Información Divulgativa. El catálogo advierte además de que no existen “métodos buenos o malos”, ni el “método ideal”, ni uno “para toda la vida”, y que la eficacia de todos ellos sólo depende de si usan correctamente.

En el folleto se explica brevemente las características de lo que, según el Sergas, se considera un método para evitar embarazos no deseados “Consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación, que no debe producirse cerca de la vulva. La eficacia anticonceptiva depende de si se emplea correcta y sistemáticamente”, indica el texto.

Entre el decálogo de métodos anticonceptivos del catálogo también se incluyen varios otros que los expertos rechazan recomendar desde hace decenios, dado que ni evitan la transmisión de enfermedades ni protegen realmente contra una fecundación no pretendida dado que dependen del comportamiento sexual y de la valoración subjetiva que haga la mujer de su propio cuerpo.

Imagen del folleto de la Xunta sobre métodos anticonceptivos.

Imagen del folleto de la Xunta sobre métodos anticonceptivos.

Así, el Sergas asegura que tiene una eficacia de entre el 75% y el 99% el método de la “Temperatura corporal basal”, que consiste en que la mujer se mida la temperatura diariamente, “a la misma hora, en ayunas y sin levantarse de la cama”, y que evite “coitos vaginales desde la menstruación hasta tres días después” de que haya detectado que el termómetro ha dejado de variar entre 0,2 y 0,4 grados, que serían consecuencia de la ovulación, sobre los parámetros normales.

El folleto no se pronuncia sobre la idoneidad de esas prácticas para evitar embarazos. Pero la detallada explicación en lenguaje médico que hace de algunos de ellos sí puede dar a entenderlo, dado que además se establecen índices de eficacia (cuya fuente o fundamento científico no se explican) similares a los métodos que no recomiendan calcular días ni observar alteraciones físicas en el cuerpo, sino usar siempre anticonceptivos de barrera como el condón o el DIU.

Así, el decálogo también habla del método Billings o del moco cervical, consistente en “observar los cambios del moco cervical” e “identificar los días secos y los días húmedos del ciclo menstrual” para, de nuevo, evitar los coitos “desde el comienzo de la secreción vaginal hasta transcurridos cuatro días a partir del momento en que ya no se observa el moco fluido que recuerda a la clara de huevo”. De esa manera, según el Sergas, la supuesta eficacia anticonceptiva rondaría entre el 75% y el 97%.

El folleto cita asimismo el “método sintotérmico” (“predecir la ovulación mediante el uso conjunto de varias técnicas y evitar coitos vaginales desde que se observa el primer signo de ovulación”, con eficacia de entre “el 75% y el 98%)”; el “método de los días” (evitar coitos durante el día y el día posterior al que se observen alteraciones en las secreciones vaginales, lo que impediría embarazos en una horquilla de entre el 75% y el 96% de casos); y el método “de días fijos o estándar, que consiste “en evitar el coito vaginal los días 8 al 19 de cada ciclo, ambos incluidos”. Incluso se da categoría de método Ogino o “del calendario”, que se considera eficaz en hasta un 91% de los casos en los que las mujeres eviten tener relaciones sexuales con penetración vaginal “en los días teóricos que son fértiles”.

El catálogo de anticonceptivos del Sergas detalla a los métodos de barrera, pero a algunos como al DIU de cobre o a las barreras químicas, les atribuye horquillas de eficacia por debajo del 94%, es decir inferiores incluso a las que tendría la marcha atrás. Al clásico preservativo le otorga entre el 85% y el 98%, es decir un máximo sólo dos puntos por encima del coitus interruptus.

El folleto parece responsabilizar en exclusiva a la mujer de la preocupación para evitar que una relación sexual provoque un embarazo, dado que en ningún caso cita al hombre. Además, justifica la inclusión de métodos polémicos y que muchos expertos no consideran anticonceptivos porque se su elección “debe ser personal y basada en la adecuada información de todos los disponibles”.

“No hay indicaciones, la elección depende de la persona, de sus circunstancias, del tipo de relación de pareja y del tipo de relación sexual. Sólo en algunos casos la elección individual puede estar limitada por contraindicaciones médicas, Las supuestas ventajas y desventajas de cada método no son universales, cada persona las evalúa de forma individual, lo que es bueno para unas puede ser todo lo contrario para otras”, afirma el Sergas.

Preguntado la fecha en la que fue elaborado el texto, publicado al año siguiente de que la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Xunta, el Sergas no lo indicó y se limitó a señalar que el folleto “se documentó en el año 2008 cuando la Consellería de Sanidade [de la que depende el departamento] estaba dirigida por ese partido”.

Tampoco ha respondido a la cuestión de si sus responsables siguen compartiendo su contenido. En ese sentido, el Sergas responde con varias de las frases literales que contiene el folleto y asegura que es un artículo “meramente descritptivo”, aunque entiende ahora que la marcha atrás está entre los métodos anticonceptivos “menos eficaces”.

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