'Que la gente reflexione sobre la educación que reciben los niños hoy en día, que se den cuenta de lo agresivo que es ese mensaje uniformador que les transmitimos'. Esa es la intencionalidad de Uniformadas, el cortometraje de la directora Irene Zoe Alameda que recientemente se ha estrenado en salas

Zoe es cineasta, escritora y dirige el Instituto Cervantes de Estocolmo. También es mujer y, por ello, su corto está cargado de mensajes que critican los estereotipos y reivindican el derecho a ser distinta. Su proyecto parte de un día en la vida de una niña de 8 años que observa cómo a su alrededor las preocupaciones están centradas en la belleza.

'Ella teme ser diferente, porque lo único que recibe de su entorno es un modelo de mujer como objeto pasivo, que sólo aparece en el espacio público para ser mirada', explica la directora.

Su madre, las monjas del colegio, sus amigas, todas se preocupan por la belleza y por alcanzar el nivel de corrección 'necesario' para una mujer. 'Pero Margaret [la protagonista] es una niña especial que termina el día con un punto de inflexión: la decisión de si se deja hundir por ser diferente o se reivindica a sí misma', manifiesta Zoe.

Es el propio entorno el que no deja que las mujeres se hagan valer en la vida real: 'Mientras estudiamos, todos nos animan para que lleguemos a lo más alto. Pero enseguida suena a nuestro alrededor ese coro griego que nos dice que ser adulta es ser capaz de reconsiderar tus objetivos. Por eso, la mujer que decide disfrutar de su trabajo y no tener hijos se queda sola. No se nos reconoce el derecho a ser ambiciosas'.

Y termina con una reflexión: 'La conciliación todavía necesita un impulso. Las mujeres están en su mejor momento profesional y creativo justo cuando tienen que ser madres'.