La Policía Nacional continúa registrando las viviendas de varios miembros de la Mesa Nacional de Batasuna que fueron detenidos anoche por orden de la Audiencia Nacional.

Los últimos domicilios registrados en Vizcaya de madrugada fueron los de Aner Petralanda, responsable del área de Juventud de Batasuna, y Ane Lizarralde, coordinadora la formación en esta provincia, y en Guipúzcoa fue registrado el piso del dirigente Rufi Etxeberria.

Durante la noche fue también registrada la casa del coordinador de Batasuna en Navarra, Juan Cruz Aldasoro. A esta hora continúan los registros en Vizcaya, según añadieron las mismas fuentes, así como en Guipúzcoa, donde los agentes revisaban a primera hora la vivienda del coordinador y portavoz, Joseba Permach. 

Una reunión clandestina 

La Policía ejecutó ayer la orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de detener a los integrantes de la Mesa Nacional de Batasuna.

Y lo hizo en el momento en el que supuestamente integrantes de la vieja y la nueva dirección de la ilegalizada formación mantenían una reunión clandestina, en la localidad guipuzcoana de Segura, para realizar el traspaso de poderes.

Los agentes de la lucha antiterrorista llevaban semanas siguiendo de cerca los pasos de los principales dirigentes de la izquierda abertzale a la espera de ese momento, que finalmente llegó ayer por la noche, según confirmaron a este diario fuentes del Ministerio del Interior.

En la operación fueron detenidos 22 personas, lo que incluye a la total del principal órgano de dirección de Batasuna.

Rostros conocidos

Entre los detenidos se encuentran conocidos dirigentes de la izquierda abertzale, entre ellos uno de sus portavoces, Joseba Permach; la mano derecha del ya encarcelado Otegi, Juan José Petrikorena; y Rufi Etxeberría, quien participó en las reuniones que PSE, PNV y Batasuna mantuvieron durante la tregua en el santuario guipuzcoano de Loyola.

Fuentes judiciales apuntaban que entre los arrestados se encuentran también Juan Cruz Aldasoro, Imanol Iparragirre y Marije Fullaondo.

Esta última fue la encargada de presentar en el Ministerio del Interior la solicitud de legalización de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB), la formación con la que pretendió concurrir a las elecciones del pasado 27 de mayo. Otro de los detenidos es Tomás Alejandro.

Fuentes de Interior añaden que al menos dos de los detenidos son de nacionalidad francesa.La pequeña localidad guipuzcoana donde se produjeron las detenciones permanecía cerrada por efectivos de la Policía, que registraban uno por uno todos los vehículos que pretendían entrar o salir de la misma.

Los dirigentes veteranos serán acusados por Baltasar Garzón de reiteración delictiva en un delito de integración en banda armada por el sumario conocido como de las herriko tabernas, en el que se investiga la financiación de Batasuna a través de estos locales.

Según fuentes judiciales, muy posiblemente todos ellos serán enviados a prisión una vez que el magistrado les tome declaración en los próximos días. Los dirigentes que supuestamente se acaban de incorporar serán acusados por integración en organización terrorista.

La inminencia de la operación hizo que el juez Garzón suspendiera la toma de declaración que tenía prevista para ayer de otro destacado dirigente de Batasuna, Joseba Álvarez, y de la representante de una organización de apoyo a los presos, Oihane Agirre, a los que detuvo el pasado martes en relación con los incidentes registrados durante una manifestación ilegal celebrada el pasado 9 de septiembre en San Sebastián.

LOS QUE YA ESTÁN DENTRO

ARNALDO OTEGI
Arnaldo Otegi fue detenido en junio en ejecución de una sentencia del Tribunal Supremo que confirmó una condena a
15 meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo.

JUAN MARÍA OLANO
El portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, está en prisión desde el 9 de septiembre por su participación en agosto en un acto de homenaje al etarra fallecido “Pelopintxo”.

JOSEBA ÁLVAREZ
Garzón ordenó el martes la detención de Joseba Álvarez, al considerar que con su participación en una manifestación en San Sebastián incurrió en “reiteración delictiva”.