Público
Público

Prisión para el empresario que atracó bancos para saldar deudas

El detenido se decidió a delinquir tras ver la serie televisiva sobre 'El solitario'

ALBERT MARTÍN VIDAL

Sintonizaba la serie televisiva Soy el Solitario y tomaba notas mentales de las técnicas que permitieron al atracador de bancos más buscado de España permanecer oculto durante 14 años. Ausencio C. G. era empresario de la construcción y comenzaba a sufrir graves problemas económicos. La solución a sus preocupaciones la encontró en el televisor.

Este lunes, un año después del estreno de la serie que narraba las peripecias de Jaime Giménez Arbe, más conocido como El Solitario, Ausencio C. G. entraba en prisión sin fianza por cuatro atracos en los que robó cerca de 80.000 euros, que dedicó a pagar a sus acreedores.

Su primer golpe lo dio el pasado cinco de septiembre. La minuciosidad de su procedimiento hizo pensar a los Mossos d'Esquadra que no se enfrentaban a un novato. Elegía sucursales bancarias aisladas y con un solo empleado, preferentemente una mujer, y evitaba dejar huellas dactilares, ya que se cubría los dedos con esparadrapo. Además, usó en cada uno de sus golpes una chaqueta reflectante, un gorro y unas gafas de sol que dificultaban su identificación.

'Tenía una vida normal, con una familia estable. Pero dejaron de pagarle y se le acumularon las deudas', manifestó Roderic Moreno, jefe de investigación de los Mossos en Lleida. Precisamente la ausencia de antecedentes dificultó las pesquisas.

El Fiscal Jefe de Lleida, Juan Boné, indaga ahora si este empresario, que tenía todas las líneas de crédito bloquedas y cuya compañía había iniciado un concurso de acreedores, dedicó los 80.000 euros que robó a pagar sus deudas, como afirmaron los propios Mossos dEsquadra. 'Lo que está claro es que tenía un elevado nivel de gastos', manifestó Boné. Una de las hipótesis que se barajan es que Ausencio C. G. pudiera padecer algún trastorno mental.

Boné mostró su preocupación ante la imagen pública que se ha proyectado de este delincuente. 'De Robin Hood no tiene nada', concluyó. En efecto, era un empresario en quiebra que viendo la televisión decidió delinquir.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias