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Asesinada en Honduras la líder indígena Berta Cáceres

La activista, que había denunciado amenazas de muerte, llevaba más de 20 años en la lucha por lo derechos del pueblo Lenca y encabezó las principales acciones en defensa de los recursos naturales de su país.

Fotografía cedida por Amnistía Internacional de la líder indígena Berta Cáceres, asesinada el jueves en Honduras. EFE

EUROPA PRESS

MADRID. -La activista hondureña y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Berta Cáceres, fue asesinada este jueves de madrugada en el interior de su vivienda, ubicada en el sector La Esperanza.

Cáceres era una mujer indígena, natural del pueblo Lenca, una de las mayores etnias indígenas de Honduras, y llevaba más de 20 años luchando por los derechos de su pueblo, alzándose por la justicia social, la administración de los recursos naturales y los derechos de la mujer hondureña.

Madre de cuatro hijos, Cáceres estuvo, en abril de 2013, al frente de una campaña contra un polémico proyecto hidroeléctrico con financiación internacional que le valió uno de los premios medioambientales más prestigiosos a nivel mundial, el premio Goldman Environmental, en abril del año pasado.

Cáceres organizó al pueblo Lenca en esa lucha contra la represa Agua Zarca. Su construcción estaba prevista en el noroeste del país, en el río Gualcarque, sagrado para las comunidades indígenas de la zona y vital para su supervivencia, ya que hubiese impedido el abastecimiento de comida, agua y medicinas para cientos de personas. Además, hubiese violado el derecho que tienen esas comunidades de manejar y vivir de la tierra de forma sostenible.

Cáceres buscó apoyo en la comunidad internacional, presentando el caso frente a la Comisión Internacional de Derechos Humanos. Finalmente esta campaña logró que la mayor compañía de represas a nivel mundial, la estatal china Sinohydro y la Corporación Financiera Internacional, institución del Banco Mundial, abandonasen la iniciativa.

"Aprendí de mi madre"

Esta activista indígena creció durante la etapa de violencia que se propagó en muchos países de Centroamérica, durante los años 80. Su madre, una partera y activista social, dio amparo y cuidó a muchos refugiados de El Salvador, enseñándoles a sus hijos la importancia de defender a los pueblos desprotegidos.

Tal y como ella había repetido en muchas ocasiones, "crecí en un hogar sólo dirigido por mi madre y desde temprano ella trabajó en la defensa de los Derechos Humanos".
Cáceres llegó a ser una estudiante activista y en 1993 fundó el COPINH, cuyo principal objetivo fue hacer frente a las crecientes amenazas que representa la tala ilegal, defendiendo los derechos de los lenca y mejorando sus condiciones de vida.

Desde que se alzó por los derechos humanos, Cáceres y su familia han estado amenazados de muerte, hasta el punto de que dos de sus hijos tuvieron que abandonar Honduras por temores de seguridad.

Muchas personas conocen el clima violento de Honduras, donde las principales víctimas son los activistas. Las amenazas contra Cáceres nunca han cesado, a pesar de ello, ésta siempre ha mantenido una presencia pública para continuar con su trabajo.

El asesinato de esta activista social ha sucedido una semana después de que ella denunciara ante los medios locales el asesinato de cuatro dirigentes de su comunidad.

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