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El asesinato de tres palestinos paraliza las negociaciones de paz

La delegación palestina suspende dos encuentros con los representantes israelíes tras una redada del Ejército hebreo en Cisjordania

EFE

La muerte de tres jóvenes palestinos a manos de soldados israelíes durante una redada en Cisjordania motivó este lunes el primer parón del proceso de paz, apenas un mes después de su inicio, al cancelar los palestinos las reuniones previstas para horas más tarde.

La delegación palestina suspendió los dos encuentros que iba a mantener con la israelí esta noche en la ciudad cisjordana de Jericó y que hubieran conformado la cuarta ronda negociadora. 'La comunidad internacional está siendo contactada para coordinar una respuesta clara a los extremistas que en el Gobierno israelí intentan boicotear las negociaciones de paz', señaló una fuente oficial palestina bajo condición de anonimato.

La decisión no supone una suspensión total del proceso de paz,si bien los palestinos podrían romper definitivamente el diálogo, que tiene una duración prevista de nueve meses, si 'no hay una reacción de condena clara de la comunidad internacional', indicó la fuente. El motivo del plantón palestino es la muerte de Robin Al Abed, de 32 años, Yunis Yahyuh (22) y Jihad Aslan (20). Los tres perdieron la vida por fuego del Ejército israelí durante una redada en el campo de refugiados de Kalandia, al sudeste de Ramala, que también dejó quince heridos.

El Ejército israelí argumenta que agentes de la Policía de fronteras, que habían penetrado en Kalandia para detener a un 'operativo terrorista', se encontraron con 'cientos de palestinos' que les 'atacaron violentamente con piedras y ladrillos'. Los agentes pidieron entonces refuerzos a soldados, inicialmente 'destinados sólo a asegurar la operación', que acudieron al lugar y 'tuvieron que recurrir al uso de fuego en defensa propia'.

Para la dirigente palestina Hanan Ashraui, se trata de un caso de 'uso excesivo e indiscriminado de la violencia y de munición real en zonas con densa población civil', que supone 'una patente violación de la legislación internacional y humanitaria'. 'Estos crímenes y los concursos para (nuevas construcciones en) los asentamientos son un mensaje claro de las verdaderas intenciones israelíes respecto al proceso de paz' y tendrán 'repercusiones negativas', aseguró, por su parte, el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina.

El ministro de Exteriores egipcio, Nabil Fahmi, que se encontraba de visita en Ramala, advirtió asimismo de que 'la continuación de las medidas agresivas de Israel contra los palestinos, sea en la forma de expansión de asentamientos, de demoliciones (de hogares palestinos) o de ataques a civiles inocentes, matará toda oportunidad de éxito de las negociaciones, cuyo éxito deseamos'.

Al entierro en Kalandia acudieron cientos de palestinos, que acompañaron los cadáveres hasta el cementerio entre escenas de tensión. Mientras los cuerpos sin vida eran transportados aparecieron varios encapuchados vestidos de milicianos que abrieron fuego al aire con fusiles en señal de venganza. También se registraron enfrentamientos entre jóvenes palestinos, que lanzaron piedras y botellas vacías, y soldados israelíes, que emplearon gases lacrimógenos y balas de caucho, según testigos.

La tensión se desplazó a otra ciudad de Cisjordania, la meridional Hebrón, donde dos jóvenes palestinos resultaron heridos y otro fue arrestado en enfrentamientos con soldados. Algunos jóvenes palestinos lanzaron piedras a una posición militar israelí en el centro de la ciudad, la única de Cisjordania con un asentamiento judío en su interior.

Se desconoce ahora cuándo tendrá lugar el próximo encuentro del proceso de paz, que se está caracterizando por el secretismo y la falta de filtraciones a la prensa. El pasado jueves, en una recepción en Ramala a diputados de izquierda israelíes, el presidente palestino, Mahmud Abás, señaló que las conversaciones aún no han registrado avances, pero que los espera para 'más adelante' porque 'al principio cada parte se aferra a sus posiciones de partida'. 'No puedo decir que sea optimista, pero espero que no estemos simplemente perdiendo el tiempo', argumentó. Ayer, el presidente israelí, Simón Peres, pidió en Jerusalén 'un gran esfuerzo para superar el escepticismo' porque, si existe 'una oportunidad para avanzar' hacia la paz, 'es ahora'.

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