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Israel sólo quiere una "victoria absoluta" sobre Hamás y acusa a Josep Borrell de estar "del lado palestino"

"Mi principal expectativa es un triunfo completo, no hay sustituto para la victoria", afirma Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. Además, la diplomacia israelí descarta al representante de la política exterior de la UE como interlocutor.

Benjamin Netanyahu
Benjamin Netanyahu, en una imagen reciente. Ronen Zvulun / REUTERS

Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, sólo se conforma con "la victoria absoluta" contra Hamás en Gaza. No va a dar su brazo a torcer ni en el frente bélico ni en el frente diplomático. Ni la muerte de 24 soldados israelíes en un sólo día ni las presiones diplomáticas le van a hacer desistir de su idea de acabar con Hamás cueste lo que cueste. En una reunión con soldados en una base militar, el primer ministro israelí criticó a quienes creen que un triunfo total sobre Hamás no es posible. Mientras, Israel se empantana en su ofensiva terrestre, en la que por ahora no ha logrado sus objetivos militares.

Sobre el terreno, el Ejército israelí ataca con toda su fuerza a los milicianos de Hamás. "Mi principal expectativa es un triunfo completo, no hay sustituto para la victoria", dijo este martes Netanyahu mientras mientras las fuerzas israelíes profundizaban su ofensiva terrestre en Jan Yunis, que quedó cercada en un contexto en que dos hospitales de la ciudad, Al Amal y Nasser, se hallan asediados y al límite.

"Desmantelar la estructura militar de Hamás en la zona occidental de Jan Yunis es el núcleo de la lógica de esta operación", aseguró poco después el Ejército en un comunicado. En ese comunicado el Ejército israelí asegura que actúa contra centros de mando y control de Hamás, así como túneles y más infraestructura.

"Esta zona sirve como punto importante de la Brigada Jan Yunis de Hamás", y es el lugar desde donde se cree que actúan el líder del grupo islamista en la Franja, Yahia Sinwar, y el jefe de sus milicias, Mohamed Deif, ambos oriundos de la urbe y entre los cargos del movimiento palestino más buscados por las tropas israelíes.

El mensaje de Netanyahu no deja espacio a otras opciones y mucho menos para las diplomáticas. El jefe del Gobierno israelí es inmune a las presiones de Estados Unidos –tímida– y de la Unión Europea.

Eso fue lo que se visualizó el lunes en Bruselas durante la celebración del Consejo de Asuntos Exteriores al que también acudió el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz: pese a que Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europa para la Política Exterior, elevó la presión internacional sobre el Gobierno israelí con un nuevo plan de paz para reconocer el Estado palestino, los representantes de Israel en Bruselas respondieron de forma un tanto displicente

De hecho, la diplomacia israelí está muy descontenta con la actitud de Borrell. Según fuentes consultadas por El PaísIsrael ya no considera un interlocutor válido a Borrell porque "se ha situado en el lado palestino". De acuerdo con esta información, "Israel ha perdido la confianza en Borrell y no lo considera un interlocutor equilibrado de la UE". 

Frente a la actitud de Borrell, en Israel valoran el compromiso y la cercanía de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Sin embargo, Borrell no es el único que presiona en una dirección que no gusta a los israelíes. Este martes, el secretario general de la ONU, António Guterres, repitió que es "inaceptable" que Israel se niegue a aceptar la solución de los dos Estados, israelí y palestino, y que es una postura que "debe ser firmemente rechazada".

Guterres se expresó así ante el Consejo de Seguridad, en su reunión trimestral sobre la cuestión palestina, y recordó que "incluso amigos y aliados de Israel, sentados en esta mesa" –en alusión a Estados Unidos principalmente– han lanzado llamamientos claros para apoyar los dos Estados.

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