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Marruecos halla petróleo en la frontera marina con Canarias mientras negocia la soberanía de sus aguas con España

El país marroquí inicia perforaciones para sacar petróleo en la zona de Tarfaya, a poca distancia de la franja que delimita sus costas con las de España en las Islas Canarias. 

Una embarcación navega cerca de una plataforma que forma parte del Proyecto Castor.
Imagen de archivo de la plataforma que forma parte del Proyecto Castor. Lluis Gene / AFP

El Gobierno de Marruecos ha anunciado que iniciará nuevas perforaciones para la extracción de hidrocarburos a unos 100 km de la frontera marítima que separa las aguas canarias de las del reino alauita. La decisión llega en un momento diplomático importante, pues las negociaciones entre España y Rabat sobre la delimitación de las aguas se reabrieron tras el cambio de postura de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental.

Las prospecciones petrolíferas se realizarán en la malla fronteriza ubicada a la altura de Lanzarote y Fuerteventura, en dos pozos submarinos de la zona de Tarfaya, tal y como confirmó Amina Benkhadra, directora general de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (Onhym). Las perforaciones para la búsqueda de petróleo serán realizadas por la multinacional ENI, que encabeza un consorcio energético para la búsqueda de hidrocarburos junto a Qatar Petroleum International Upstream y Onhym, una estatal marroquí.

La decisión confirma los planes presentados por el reino alauita en noviembre de 2021, cuando se anunció la intención de activar perforaciones. La población insular ya salió a las calles para mostrar su rechazo al proyecto y el anuncio, que ha sido recogido en buena parte de los medios locales canarios, ha puesto en alerta a colectivos vecinales, que temen daños ambiental y económicos para sectores como el pesquero, que dependen del mar. 

Desde la presidencia insular llaman a la calma al mismo tiempo que muestran sus recelos a que la industria marroquí cruce la malla fronteriza. "Quiero ser absolutamente claro, el Gobierno rechaza tajantemente cualquier prospección petrolífera en las aguas canarias", dice Ángel Víctor Torres Pérez, presidente de Canarias. "Tengo que trasladar que se ha comprobado que son aguas marroquíes, es decir, no son aguas saharauis ni canarias", agrega. "Por lo tanto, apelamos a que se cumpla la legalidad internacional y a una absoluta seguridad ambiental".

Por su parte, desde el Ministerio de Exteriores piden cautela a la hora de valorar el proyecto emprendido por Marruecos. "Seguimos con atención cualquier actividad que pueda afectar a los intereses de España en aguas bajo su soberanía o jurisdicción", indican fuentes diplomáticas del gabinete dirigido por José Manuel Albares. "El Gobierno es firme en la defensa de los intereses de España y fiel a las posiciones que mantienen en relación a los espacios marítimos conforme al Derecho Internacional".

La dimensión de estas acciones se enmarcan en una coyuntura diplomática en la que España –tras cambiar su posición sobre el Sáhara y aceptar el plan marroquí– negocia con Mohamed VI sobre la delimitación de las aguas territoriales en la zona canaria. De hecho, este problema ya se recrudeció en 2020, cuando el parlamento alauita validó dos leyes para declara la soberanía sobre las aguas del Sáhara Occidental y ampliar su delimitación hacia canarias. 

El factor territorial no es el único elemento que entra en juego en ese movimiento de Marruecos frente a la mediana fronteriza de Canarias. Hay un factor ambiental importante que tiene que ver con la Ley de Cambio Climático aprobada en 2021, la cual impide que se produzcan nuevas exploraciones y perforaciones de hidrocarburos en todo el territorio del Estado. De esta forma, si el régimen de Mohamed VI cruzase la línea territorial para buscar petróleo no sólo estaría desatando un conflicto territorial, sino que estaría atentando contra las normas de protección ambiental que rigen en España.

La zona donde se plantean las prospecciones abarca una zona de 23.900 km² y se ubica en una de las áreas en las que Repsol estuvo buscando gas y petróleo entre 2001 y 2014. La petrolera vasca halló varios yacimientos gasistas bajo las aguas marinas pero finalmente desecho la idea de continuar con las perforaciones, ya que las reservas de los pozos eran escasas y difíciles de rentabilizar.

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