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La Fiscalía pide siete años para un mosso por espiar a su pareja en la base de datos policial

El ministerio público solicita que se imponga al acusado la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de su expareja y de comunicarse con ella por cualquier medio.

Los Mossos d'Esquadra investigan un tiroteo en Alella. Imagen de Archivo.
Un agente de los Mossos d'Esquadra durante un operativo policial. Imagen de Archivo. — Lorena Sopêna / EUROPA PRESS

La Fiscalía ha pedido siete años de prisión para un agente de los Mossos d'Esquadra acusado de espiar a su pareja en la base de datos policial sin su consentimiento y de descargarse su aplicación de whatsapp en su ordenador personal para controlar sus conversaciones. El agente de la Policía ha negado las acusaciones este martes en el juicio.

En la Sección 20 de la Audiencia de Barcelona ha quedado este martes visto para sentencia el juicio contra este agente de los Mossos d'Esquadra, para quien el ministerio público pide siete años de prisión acusado de dos delitos de revelación continuada de secretos con el agravante de parentesco dada la relación sentimental que ambos mantuvieron en los años 2016 y 2017.

Además, la Fiscalía solicita se imponga al acusado la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de su expareja y de comunicarse con ella por cualquier medio.

De acuerdo con el escrito de acusación de la Fiscalía, en los 14 meses que aproximadamente duró la relación entre acusado y víctima, el agente de la Policía de la Generalitat, en su "afán, obsesión y necesidad de control de la vida privada de su pareja", accedió con su clave personal de los Mossos d'Esquadra –cada agente tiene una propia– a la base de datos policial para obtener información de la mujer sin su consentimiento.

20 consultas "sin especificar"

El acusado, según la Fiscalía, accedió a sus datos personales en la base policial, "amparándose en su condición de mosso d'Esquadra", realizando un total de 20 consultas bajo la función "sin especificar", cuando el protocolo de la Policía de la Generalitat exige concretar el motivo de la búsqueda en el sistema.

También, agrega el ministerio público, en su "obsesión" por la relación que mantenía con la mujer "accedió sin ningún tipo de justificación profesional" a la base de datos policial para obtener información sobre un vehículo propiedad de la expareja de su novia.

Según el ministerio público, el agente acusado realizó estas consultas ilegales "siendo consciente del compromiso de su confidencialidad y uso para fines laborales".

Control de sus conversaciones

Asimismo, el agente acusado se habría instalado en su ordenador personal la aplicación de whatsapp de su novia para controlar sus conversaciones, sobre todo las que mantenía con una pareja anterior a esa relación entre los dos, que duró entre julio de 2016 y finales del verano de 2017, periodo en el que presuntamente se produjeron los hechos imputados.

Durante el juicio celebrado este martes, el mosso acusado ha negado los hechos, y si bien ha admitido que accedió a la base de datos de la policía, ha alegado que lo hizo a petición de su pareja, dado que esta estaba inmersa en más de un proceso judicial ajeno a esta causa, por lo que quería saber si había novedades en sus casos judiciales.

Ha negado con rotundidad que tuviera instalada en su ordenador la aplicación de mensajería de su pareja para controlar sus conversaciones personales, y ha agregado que al principio de su relación hubo un día en que aquella quedó abierta en su dispositivo personal, pero que la cerró.

En cambio, la presunta víctima ha descrito una relación en la que el agente de la policía estaba "obsesionado" con ella, ejerciendo un "control" sobre su vida, y que acabó teniendo "miedo" de su pareja y de esa relación, que su familia, tanto su hija como su hermana, han calificado durante la vista oral de "relación tóxica". "Era un control continuo y un acoso constante", ha dicho la mujer durante la vista.

En el juicio también han declarado en calidad de peritos dos agentes de los Mossos, que han corroborado que el acusado realizó hasta 21 consultas sobre su novia en la base de datos de la Policía y al menos una sobre su anterior pareja.

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