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Las agendas territoriales condicionan la nueva legislatura desde el minuto uno

Una vez el bloque progresista o el conservador logren coformar un Gobierno, las fuerzas políticas regionalistas y nacionalistas periféricas continuarán siendo clave en las votaciones.

Aizpurua, Matute y Rufián
Mertxe Aixpurua y Oskar Matute, de EH Bildu, y Gabriel Rufián, de ERC, conversan en el exterior del Congreso a finales de marzo de 2023. Eduardo Parra / Europa Press

Las cuentas son de sobra conocidas. El 23J dio al Partido Popular 137 escaños y 33 a Vox. En total, 170. El PSOE logró 121, que, junto con los 31 de Sumar, ascienden a las 152. Los 28 escaños restantes pertenecen a partidos regionalistas, nacionalistas periféricos o independentistas. A estas alturas, y eso que la legislatura cumple más o menos una semana, ya se ha demostrado que la agenda de dichas formaciones será decisiva.

La negociación para la Mesa del Congreso y, en menor medida, la ronda de consultas con el rey Felipe VI para que el jefe del Estado propusiera a un candidato para la investidura demostraron que todos los pasos que se den en la legislatura estarán, de alguna forma, arbitrados por esas agendas territoriales, cuyo peso en el parlamentarismo español no es nuevo y ha marcado la política nacional en numerosas etapas.

Por eso, la capacidad que tengan Partido Socialista y Partido Popular de tejer acuerdos con esas fuerzas es la clave de la investidura, pero también del devenir de esta nueva legislatura. En caso de que no haya que acudir a una repetición electoral —cuando podría dibujarse un juego de mayorías distinto—, la aprobación de leyes continuará sujeta, primero, a los acuerdos ya alcanzados con los independentistas catalanes, los nacionalistas vascos y gallegos, UPN y Coalición Canaria, y, segundo, a posteriores negociaciones con dichas formaciones que vayan surgiendo a medida que avance la legislatura. 

No hay que olvidar tampoco los partidos del mismo perfil que hay integrados en Sumar, el espacio político que lidera Yolanda Díaz y que ha hecho de la plurinacionalidad de España una de sus principales señas de identidad. De los 31 escaños que logró la coalición, cinco pertenecen a En Comú Podem; dos, a Compromís; uno a Més per Mallorca y otro a Chunta Aragonesista

"Queremos hacer las dos cosas: trabajar con el grupo para todo el Estado y, por supuesto, por la agenda aragonesa", desliza Jorge Pueyo, el diputado de Chunta, en declaraciones para Público

Pedro Sánchez, con más capacidad de sumar apoyos

Aunque JxCat y ERC se esmeran en aclarar que las negociaciones para conformación de la Mesa del Congreso y los acuerdos alcanzados con PSOE y Sumar para que ambas formaciones tengan grupo propio en la Cámara Baja circulan por una vía distinta a una eventual negociación de cara a la investidura, el éxito de esos diálogos da la medida del punto en que se encuentran las relaciones entre los independentistas y las formaciones que encabezan Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

La primera prueba de fuego —el primer examen al que se sometía el Partido Socialista— salió adelante gracias a los votos favorables, entre otras, de esas dos fuerzas. Eso sí: pusieron por delante su agenda territorial. JxCat acordó con el PSOE el reconocimiento del catalán en la Unión Europea, el uso del catalán en el Congreso, crear una comisión de investigación del 17A y, por último, reactivar la comisión de investigación de Pegasus. Todo ello, además, como más adelante han asegurado fuentes conocedoras de las negociaciones, del compromiso de encontrar la fórmula de que JxCat obtuviera grupo propio.

El apoyo de ERC tampoco fue gratuito. Los republicanos también firmaron con los socialistas pactos por la lengua y una comisión de investigación sobre Pegasus. Además, acordaron avanzar en la "desjudicialización" del Procés y, también, el grupo propio. De cara a la investidura y con tres meses por delante para negociar —si Feijóo no logra el bastón de mando la semana del 25 al 29 de septiembre— la línea telefónica entre Ferraz y ERC es robusta. También se mantiene abierta entre Ferraz y Waterloo. En cambio, el PP ya ha recibido el portazo de Rufián.

Si los 14 escaños de los independentistas catalanes valen su peso en oro, más o menos igual ocurre con los vascos. Los seis diputados de EH Bildu no se sentarán a negociar con el PP (los puentes entre las dos partes están rotos o, más bien, casi no existen) y el PNV, con sus cinco escaños, ha rechazado por activa y por pasiva una investidura de la mano de Vox. También en Euskadi, por tanto, tiene mucho más campo para recorrer el PSOE.

Las agendas territoriales, protagonistas en el Grupo Mixto

El martes día 22 de agosto, a primera hora de la mañana, la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, compareció en el Congreso acompañada de David Toledo, secretario de Organización de Coalición Canaria y de Cristina Valido, diputada de la formación. El protagonista, un papel que sellaba un acuerdo por el que los populares se comprometían a la agenda canaria. "El PP aceptó la agenda y el PSOE solo una parte muy pequeñita", comentaron fuentes de CC a Público. Eso habría decantado la balanza, en ese caso, hacia Génova.

En el documento que ratificaron y exhibieron PP y CC se contemplan bonificaciones para el transporte, la gestión de puertos y aeropuertos, infraestructuras hidráulicas para la isla o el poder para pactar a los directores de Televisión Española y Radio Nacional en las islas. El hecho de que el Grupo Mixto esté formado solo por tres diputados (los de CC, BNG y UPN) dará a cada uno de ellos, además, la posibilidad de gozar de más tiempo en los plenos. Aparte de la canaria, las agendas gallega y navarra serán también protagonistas.

Los partidos integrados en Sumar

"Esta legislatura tiene que ser de avance social, pero también de avance hacia el estado plurinacional", comentan fuentes de En Comú Podem, una de las formaciones integradas en Sumar. Su agenda, entre otras cosas, pasa por "resolver el conflicto político entre Catalunya y España desde el terreno político y no desde el judicial", por "abordar un nuevo sistema de financiación para las CCAA" y, sobre todo, por "ampliar y blindar el autogobierno". El de los Comunes es solo un ejemplo del sentir plurinacional de Sumar, cuyo éxito, en gran medida, estriba "en sus acentos territoriales", según las mismas fuentes.

Otro ejemplo es Compromís, que desde el primer día ha cogido por bandera la agenda valenciana, que incluye, además de otros puntos, la condonación de la deuda histórica. Por su parte, Jorge Pueyo, de Chunta Aragonesista, no renuncia al "desarrollo completo del Estatuto de Autonomía de Aragón con más competencias" ni a la defensa del territorio y los paisajes de su tierra. También, como desde Compromís o En Comú Podem, pone el acento en la financiación autonómica.

En definitiva, el eje territorial será central en la XV legislatura gobierne quien gobierne y precisamente en los territorios está la llave que abrirá Moncloa. Todas las agendas están, ya, sobre la mesa.

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