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Los bomberos forestales temen que la Junta de Andalucía privatice el servicio

Las auditorías encargadas por Juanma Moreno a grandes consultoras hablan de externalizaciones que han causado honda preocupación entre los trabajadores después de un verano duro contra el fuego. La consejera Crespo, de momento, ha logrado calmar las aguas, pero la inquietud persiste

Miembros del Infoca en la Sierra Bermeja, visto desde el cerro de la Silla de los Huesos. E.P./Álex Zea
Miembros del Infoca en la Sierra Bermeja, visto desde el cerro de la Silla de los Huesos. Álex Zea / EUROPA PRESS

La publicación este verano de las auditorías privadas que el gabinete de Juanma Moreno (PP) encargó a grandes consultoras en licitaciones millonarias causó en el mes de agosto una gran inquietud en el Plan Infoca, la brigada de extinción de incendios que se bate el cobre todos los veranos y pone en riesgo su vida, como en las tareas de extinción del virulento incendio de Sierra Bermeja, que el Gobierno andaluz dio por controlado este mismo martes al alba.

En ellas se hablaba de privatizaciones, de rejuvenecimiento de la plantilla. Su lectura causó indignación entre los trabajadores, considerados hoy héroes, que se lo tomaron como un ataque frontal. La consejera de Agricultura y Medio Ambiente, Carmen Crespo (PP) convocó de urgencia una reunión con los sindicatos para calmarlos y asegurarles que no todas las cláusulas y recomendaciones iban a ponerse en marcha.

Los centrales, que consideran las auditorías un auténtico despilfarro de dinero público, de momento han parado las movilizaciones que iban a convocar a la espera de acontecimientos futuros. La consejera se ha esforzado en comunicar que no habrá privatizaciones en el Infoca. 

Sin embargo, "las auditorías están ahí", afirma a Publico Javier Téllez, de CGT, el sindicato mayoritario en el Infoca. "[La consejera] nos ha dicho que no va a haber despidos ni privatizaciones, pero queremos el compromiso público en el parlamento", añade. "De algún modo, está parado. Amenazamos con movilizaciones. Pero no sabemos hasta cuándo", afirma. Para CGT, "una auditoría que parte de la premisa inicial de que lo privado es más rentable que lo público no puede concluir otra cosa que la necesidad de privatizar los servicios públicos. Este discurso ya se ha demostrado como falso en [otros] ámbitos".  CCOO y UGT coinciden en tacharla de ideológica, que apuntala intereses privados.

El fuego de Sierra Bermeja y la tarea hercúlea acometida día tras día por los bomberos forestales y sus apoyos logísticos se ejecutan en un contexto laboral manifiestamente mejorable, según la información recabada por Público en conversación con representantes de los trabajadores.

Además de la inquietud por las auditorías, hay otras tres reivindicaciones históricas y fundamentales.

La plantilla, al 100%

Por un lado, la plantilla se reduce sobremanera en el invierno. De más de 3.500 efectivos, según los datos de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, se pasará a menos de 3.000, según los cálculos sindicales, entre 600 y 800 trabajadores quedarán desvinculados en los próximos meses. Esta, la de la estabilización de la plantilla es una reivindicación histórica de los bomberos.

Una parte de la plantilla, como Carlos Martínez, fallecido en Sierra Bermeja, son eventuales: no tienen contratos estables, sino que firman contratos temporales, para las campañas de verano, cuando el riesgo de incendios es más alto. En el caso de Martínez, según las fuentes, era su sexta campaña como eventual. Según CGT, hay más de 30 demandas ganadas en los tribunales por compañeros en situaciones similares. "Es la única alternativa que nos dejan: los tribunales", afirma Téllez.

"La situación de los compañeros temporales no puede continuar. Tienen que hacer una apuesta firme, que puedan ser fijos y formar parte de la plantilla. ¿Qué padre de familia vive con tres, cuatro meses de salario?", se pregunta Emilio del Pino, miembro del comité intercentros de Amaya, por UGT. Del Pino estuvo los dos primeros días en Sierra Bermeja, en el frente contra el fuego.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, visita el PMA de Infoca para conocer la evolución del incendio de Sierra Bermeja (Málaga), junto al consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, y a la consejera de Agricultura y Desarrollo Sostenible,
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, visita el PMA de Infoca para conocer la evolución del incendio de Sierra Bermeja (Málaga), junto al consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, y a la consejera de Agricultura y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo. Daniel Luque / EFE

Además de por pura dignidad laboral, hay una razón de fondo que explica la reivindicación de mantener las plantillas al 100%. Las labores de prevención en invierno contribuyen a evitar mayores problemas en verano. "Cada vez existe un mayor consenso técnico y científico sobre la necesidad de actuar para estar mejor preparados para el nuevo escenario de incendios extremos, y una mayor demanda social para la puesta en marcha de una ambiciosa política de prevención que ponga la gestión del territorio en primer plano: pasar de un modelo que prioriza las inversiones en avanzados dispositivos de extinción e ignora los efectos del calentamiento global y la acumulación de combustibles a otro que apuesta por promover paisajes resilientes, vivos, rentables y menos inflamables", se puede leer en el informe Paisajes cortafuegos, de la ONG conservacionista WWF.

Ser bombero forestal requiere unas habilidades y aptitudes que es conveniente entrenar en invierno, en los meses en los que hay menos riesgo de incendios fuertes, por la humedad y las precipitaciones. El uso de la maquinaria ligera, el conocimiento del terreno se adquiere en los meses de otoño e invierno. Los bomberos están convencidos de que una buena tarea de prevención en invierno ayuda a prevenir los fuertes incendios del verano.

"Un bombero forestal no se hace en verano. Salvo que vayas a un incendio, estás a la espera. Es en invierno, en los trabajos forestales y preventivos, cuando aprendes a andar por el campo, a utilizar la maquinaria… a estar en contacto con el medio", afirma Raúl Mena, jefe de grupo, KE307 en Cádiz, secretario general de CCOO en la Agencia Pública Amaya, de la que dependen los bomberos forestales andaluces.

Mena lleva desde principios de los 90 como bombero y ya ha perdido la cuenta de cuantos incendios ha contribuido a extinguir. Este martes dio el relevo a sus compañeros, ya extenuados, en las tareas, arduas, de extinción que quedan por delante en Sierra Bermeja. "El bombero forestal a nivel nacional está poco reconocido. Es un trabajo de mucho esfuerzo y de trabajo continuado, horas y horas y días, continuos, la preparación física es fundamental y el trabajo forestal es el mejor entrenamiento para eso", añade.

La jubilación y la antigüedad

Por otro lado, otra de las reivindicaciones laborales históricas de los forestales es que se les aplique un coeficiente que les permita jubilarse antes, como los mineros, los bomberos urbanos y los policías locales, en buenas condiciones. A partir de los 55 años, en Andalucía, si el trabajador considera que no está en condiciones, pasa a una segunda actividad. Es decir, los bomberos forestales abandonan la primera línea y pasan a hacer otras labores, de vigilancia, de intendencia. Las exigencias del cara a cara con las llamas pasan factura.

"Tengo 49 años. Cuando llegue a los 55, no sé dónde me van a mandar, no tenemos coeficientes reductores como los bomberos urbanos y los policías locales", lamenta Del Pino, quien también reclama una mejora en los equipos, que hoy generan situaciones surrealistas: "Son muy mejorables. En incendios con pendiente, como este de Sierra Bermeja, ¡cómo lo pasamos! Los pantalones nos evitan subir la pierna medio metro. Llevamos dos años peleando con eso. Imagina correr así por el monte".

Por último, el cobro de trienios –el reconocimiento de la antigüedad, una práctica absolutamente extendida en la administración– está congelado para los bomberos forestales desde hace más de diez años. Los salarios oscilan entre los 23.000 euros y los 29.000 euros al año, según la categoría, indican los sindicatos. "Yo cobro 48 euros de antigüedad y llevo en el Infoca desde los años 90", afirma a Público Del Pino. Esta, al contrario que las anteriores, que dependen de la Junta de Andalucía, es una reivindicación que tiene que atender el Gobierno de España, que es quien tiene las competencias. "Llevamos peleando con el ministerio varios años", resume Del Pino. Sin éxito, hasta ahora.

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