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Catalunya El policía que agredió a Borrás, miembro de la Brigada de Información acusada por los Mossos en 2014 de alertar a yihadistas

Esta unidad de la Policía Nacional fue denunciada por presuntamente alertar a una célula terrorista de que estaba siendo investigada por la policía catalana en la Operación Caronte.

Imagen del agresor de Jordi Borràs difundida en las redes sociales.

El agresor ultra que, al grito de “Viva Franco, viva España”, agredió brutalmente al fotoperiodista catalán Jordi Borrás en el centro de Barcelona, es un inspector de la Brigada Provincial de Información de Barcelona de la Policía Nacional, dedicada a la investigación del terrorismo yihadista. En el momento de la agresión, el agente estaba fuera de servicio e iba armado solo con una navaja.

Se trata de la misma brigada de la Policía Nacional que fue denunciada por la unidad antiterrorista de los Mossos d’Esquadra en noviembre de 2014 ante la Audiencia Nacional, al conocerse que al menos dos inspectores de esta unidad habían alertado a miembros de la célula yihadista Fraternidad Islámica, que estaba investigando la policía catalana y el CNI, bautizada como Operación Caronte. La información se obtuvo gracias a un topo de los Mossos infiltrado en la misma célula terrorista.

Esta operación de los Mossos d’Esquadra contra el terrorismo yihadista durmiente en Catalunya, iniciada en 2013, estaba dirigida por el magistrado titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, en coordinación con la Fiscalía.

La célula yihadista, asentada en Sabadell y Terrasa, tenía planeados varios atentados en Barcelona, entre ellos uno contra una sinagoga. La organización al completo fue desarticulada por los Mossos el 8 de abril de 2015, y entre los once detenidos se encontraba un militante neonazi, acusado inicialmente como supuesto proveedor de armas para la célula, además de participante habitual de las manifestaciones Societat Civil Catalana portando pancartas de la organización ultraderechista Soberanía y Libertad.

La Audiencia Nacional archivó la causa contra la Policía

La denuncia de los Mossos contra la Brigada de Información ante la Audiencia Nacional fue archivada sin más explicaciones. El militante neonazi amigo de las armas fue exonerado de todos los cargos y el resto de la célula yihadista ha sido condenada a penas de entre 8 y 12 años de prisión en una sentencia de la Audiencia Nacional del pasado mes de abril.

Aquel conflicto desató las tensiones entre el Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya, especialmente entre el ministro del Interior de entonces, Jorge Fernández Diaz, y el conseller de Interior catalán, Ramon Espadaler, que promovió la denuncia y la falta de medios para acceder en tiempo real a información antiterrorista en igualdad de condiciones que los otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Este caso abrió la puerta a varias investigaciones e informaciones que pusieron sobre la mesa el aparato parapolicial del Gobierno de Rajoy, más conocido como la “brigada política”, un grupo de agentes al servicio directo del ministro del Interior que actuaron al margen de la ley contra rivales políticos.

Entre los casos destapados por los periodistas de Público, Patricia López y Carlos Enrique Bayo, fue la publicación de las conversaciones entre el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exdirector de la Oficina Antifraude (OAC) Daniel de Alfonso, en la llamada Operación Cataluña que, tal y como ambos periodistas expusieron en mayo del pasado año —en la correspondiente comisión de investigación del Congreso de los Diputados—, “la operación montada por el Ministerio del Interior forma parte de un entramado más complejo que no funciona exclusivamente contra el independentismo catalán”.

Cuenta en Twitter con nombre y apellidos

El inspector de policía, cuyas iniciales son I.R.F., abrió en 2014 una cuenta en Twitter con su nombre completo, donde sólo seguía a 35 personas y entidades, todos ellos relacionados de algún modo con el mundo islámico, analistas e instituciones estratégicas como cuentas de webs especializadas en actividades terroristas yihadistas, como TRACTterrorism.org o Jihadology, donde mantienen un alto nivel de información y novedades sobre los acontecimientos que se suceden en oriente medio. Además, entre las personas seguidas por I.R.F. también había analistas judíos, periodistas del mundo árabe y, sobre todo, últimamente, personas y cuentas relacionadas con Yemen, un país que está siendo masacrado por Arabia Saudí.

Pero entre las personas a las que visitaba el policía agresor del fotoperiodista catalán se encontraba también Gerardo Pisarello, el primer teniente de alcalde de Barcelona y profesor de Derecho constitucional en la Universidad de Barcelona.

En 2014, cuando Pisarello sólo ejercía de profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona, el policía intentó en varias ocasiones intervenir en las publicaciones del político con comentarios acerca de la historia política argentina, sobre todo en la dictadura. El policía sabía perfectamente que el actual primer teniente de alcalde Barcelona en Comú era hijo de Ángel Pisarello, miembro de la Unión Cívica Radical asesinado durante la dictadura militar argentina en Videla. Pisarello nunca entró al trapo, pero el policía, al ser ignorado, respondió con un “Visca l’AAA”.

Con esta expresión enaltecía a la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), conocida como Triple A, que fue un grupo parapolicial y terrorista de extrema derecha en Argentina organizado por la Policía Federal y las Fuerzas Armadas del país, vinculados a la logia anticomunista Propaganda Due. Ésta asesinó a artistas, intelectuales, políticos de izquierda, estudiantes, historiadores y sindicalistas, además de utilizar como métodos las amenazas, las ejecuciones sumarias y la desaparición forzada de personas durante la década de 1970. La Triple A fue responsable de la desaparición y muerte de cientos de personas.

Una persona entrenada para actuar con violencia

Del comportamiento del inspector de policía durante la agresión a Jordi Borràs ya se podía deducir que no se trataba de un ciudadano cualquiera con ganas de agredir, sino de una persona con conocimiento de técnicas para hacer daño. “Sabía pegar”, han señalado a Públic fuentes conocedoras de su acción violenta.

El periodista recibió una auténtica “lluvia de golpes” en breves instantes y luego el agresor quiso huir. Algunos ciudadanos que se encontraban en la zona intentaron impedirlo y fue entonces cuando I.R.F. se identificó como policía con su placa de policía.

Fuentes policiales informaron posteriormente a la agencia EFE que se trataba de un funcionario de policía dedicado a tareas burocráticas. Públic ha podido saber, no obstante, que tanto él como algunos de sus familiares practican deportes de contacto extremo, lo cual explica su capacidad para mantener “la actitud altamente agresiva y violenta” que demostró mientras propinaba golpes al fotoperiodista, que resultó lesionado en diferentes partes del cuerpo, entre ellas, una fractura nasal.

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