La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Diaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, han anunciado este jueves las claves de la propuesta para que las grandes distribuidoras de alimentación puedan acordar una lista de productos básicos rebajados que garanticen a las familias su acceso a alimentos en un contexto de inflación.

Los dos ministros se han reunido con el CEO de Carrefour España, Alexandre de Palmas, después de que la empresa francesa pidiera este encuentro para ofrecer una propuesta en este sentido. El lunes, Díaz y Garzón se reunirán con las grandes distribuidoras de alimentación españolas para proponer de manera formal un acuerdo entre ellas que permita contener los precios de sus productos.

La vicepresidenta ha defendido que la contención de precios, en caso de que las empresas de alimentación llegaran a un acuerdo, debería cubrir la etapa de reincorporación al curso escolar de las familias y extenderse, al menos, más allá de las navidades, dos épocas en las que el consumo aumenta y en las que se produce un mayor gasto para cubrir necesidades.

Díaz ha afirmado que esta cesta de la compra debería cumplir con una serie de características, como por ejemplo que tenga variedad y que incluya productos frescos y proteínas (pescado, carne, huevos, fruta y hortalizas).

En este sentido, el Ejecutivo ha propuesto que la lista pueda cambiar sus productos cada semana, garantizando de esta manera que hay variedad de alimentos. También se ha insistido en que se deberían tener en cuenta a las familias que tienen a miembros celiacos.

El ministro de Consumo ha avanzado, además, que ha encargado un informe sobre alimentación saludable a la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición que puede servir de guía a las grandes distribuidoras para confeccionar esta lista de productos rebajados.

La vicepresidenta segunda ha advertido de que en ningún caso la rebaja de los precios de alimentos básicos puede producirse a costa de los productores, y que esta reducción del coste tiene que recaer sobre los márgenes empresariales de las grandes distribuidoras, que venden los productos al consumidor final a precios muy superiores a los que pagan a los pequeños y medianos productores.

También ha dejado claro que este esfuerzo solo se le pedirá a las grandes empresas de alimentación, y no a los pequeños comercios y tiendas, que no tienen margen para reducir sus precios sin perder poder adquisitivo. 

Díaz ha respondido también a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que este mismo jueves acusó a Díaz de querer "quedar bien" con esta propuesta y defendió que "no le corresponde" esbozar medidas en materia alimentaria. "El bolsillo de los españoles compete a todo el Gobierno", ha dicho la vicepresidenta segunda.