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Gobierno de Aragón Lambán propone que Zaragoza sea también capital de España

El socialista, que mañana será investido por segunda vez como presidente del Gobierno de Aragón con los votos de Podemos-Equo, Chunta, Par e IU, resume su propuesta en "un contrato aragonesista de progreso, social, verde y digital" mientras, apoyado por la izquierda, maniobra para ocupar la posición central en la política de la comunidad.

Javier Lambán ha pronunciado este martes su discurso de investidura en las Cortes de Aragón. Cortes de Aragón

EDUARDO BAYONA

¿Zaragoza como capital de España junto con Madrid? Es la propuesta que este martes ha lanzado el socialista Javier Lambán, presidente en funciones del Gobierno de Aragón y candidato a la reelección, en el discurso con el que ha abierto el debate de su segunda investidura, la cual, salvo sorpresas, obtendrá mañana miércoles con el apoyo de Podemos-Equo, Par, Chunta e IU.

Lambán no se extendió en detalles sobre la iniciativa, aunque sí la formuló con claridad. Se trata, dijo, de "convertir a Zaragoza no solo en motor cultural y económico de Aragón sino de España a través de nuestra propuesta de capitalidad compartida con el Estado". La propuesta, que "quiero plantear al ayuntamiento de la ciudad, también se inscribe en ese propósito de recuperar la ilusión y la confianza de los ciudadanos en el porvenir", añadió.

El proyecto, que se aplica en estados como Holanda, donde las principales instituciones se reparten entre Amsterdam y La Haya, o la República Surafricana, donde cada poder tiene su sede principal en una cuidad (el ejecutivo en Pretoria, el legislativo en Ciudad del Cabo y el judicial en Bloemfontein), ya había sido perfilada en algunas ocasiones por Lambán, partidario de un nuevo proceso de descentralización del Estado tras el autonómico.

Es la primera ocasión en la que incluye el objetivo de la capitalidad compartida en un programa de gobierno

De hecho, en la pasada campaña electoral llegó a proponer que ciudades como Valencia participaran en una estructura de ese tipo. Sin embargo, sí es la primera ocasión en la que incluye el objetivo de la capitalidad compartida en un programa de gobierno, que es lo que hizo este martes al referirse a ella en su discurso de investidura.

Fuentes del PSOE explicaron que, en la práctica, la medida consistiría en repartir entre ambas ciudades las sedes de algunas instituciones y de agencias gubernamentales para evitar su concentración en la actual capital, algo que sí resulta relativamente frecuente en otros países.

"La vía aragonesa de gobernanza"

Salvo sorpresa en la votación de este miércoles, el Par, la Cha y Podemos-Equo formarán junto con el PSOE el ejecutivo más plural registrado en los casi 40 años de historia de la comunidad, en una experiencia cuatripartita que a nivel estatal apenas cuenta con antecedentes como el Pacte de Progrès entre PSOE, PSM, Eu y Els Verds que en 1999 aupó a Francesc Antich a la presidencia del balear.

"Mañana vamos a inaugurar la vía aragonesa de gobernanza", dijo el presidente de Chunta y consejero de Vertebración del Territorio en funciones, José Luis Soro, que mantendrá esa misma cartera mientras el Par se encarga de Industria y Energía con Arturo Aliaga como vicepresidente y Podemos-Equo asume Universidad con su actual portavoz, Maru Díaz.

Las tres derechas coincidieron en arremeter contra Lambán, aunque desde un ángulo diametralmente opuesto

IU, que apoyará la investidura tras alcanzar un acuerdo con el PSOE, no entrará en el ejecutivo y se mantendrá como la única oposición de izquierdas. "IU considera que su papel aquí es referenciar a la mayoría social", dijo su coordinador autonómico y diputado, Álvaro Sanz, que consideró "carente de autocrítica" el discurso de Lambán. Fue, señaló, "propio de un equilibrista".

Las tres derechas coincidieron en arremeter contra Lambán, aunque desde un ángulo diametralmente opuesto. "Es un gobierno de supervivencia para resolver problemas personales", dijo Mar Vaquero (PP), para quien el pleno de investidura es "un mero tramite para que cinco partidos ocupen el Gobierno".

"Vamos a tener un Gobierno de retales", pronosticó Daniel Pérez, de Ciudadanos, que calificó la coalición de "UTE de partidos que luchan por tener visibilidad" mientras David Arranz (Vox) dibujaba un ejecutivo "de izquierdas apoyado por la extrema izquierda y el aragonesismo radical".

Un Gobierno inédito y una oposición en construcción

Lo cierto es que la legislatura va a arrancar con un modelo de gobierno inédito en el que confluyen formaciones dispares cuya alianza no habría pronosticado ningún analista antes de las últimas elecciones, mientras el grueso de la oposición está en pleno proceso de reconstrucción: Ciudadanos, en busca de un espacio centrista en el ámbito auton+omico que han comenzado a disputarle PSOE y Par mientras sus pactos municipales con PP y Vox actúan como prueba del nueve de su derechización, y el PP, a la espera de un proceso de renovación que se anuncia tormentoso.

Lambán, que insistió en que en Aragón no es posible un pacto de izquierdas ni de derechas con los resultados del 26 de mayo, basó su discurso en tres ejes: huir del frentismo para buscar la transversalidad, asegurar que únicamente su propuesta garantiza la centralidad política y proponer lo que definió como "un contrato aragonesista de progreso, social, verde y digital".

Eso, junto con un respaldo a los modelos institucionales tanto estatal como autonómico aparentemente matizados por otras posiciones como la reclamación de "las 22 competencias pendientes de transferir", entre las que el presidente del Par, Arturo Aliaga, destacó algunas como la Inspección de Trabajo, las becas universitarias y algunas potestades en temas de Memoria ("hay un proyecto serio, centrado y ambicioso", dijo); con la reivindicación de la relación bilateral con el Estado, especialmente en materia tributaria (tal y como contempla el Estatuto), y, también con la petición de una armonización de los impuestos autonómicos en todo el país.

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