Yadira Maestre, la telepredicadora favorita del PP, logró cerrar un acuerdo con la administración pública durante el Gobierno de Mariano Rajoy. El 10 de julio de 2015, la Secretaría de Instituciones Penitenciarias, dependiente de Interior, firmó un convenio con una asociación creada por Maestre y su marido, el también pastor Florentino Barceló, que le permitió acceder al ámbito de reinserción de personas presas. 

Manos Hacia la Humanidad figura en el Registro Nacional de Asociaciones como entidad dedicada a tareas de acción social y voluntariado. Sus responsables son Barceló y Maestre, quienes al mismo tiempo están a cargo del Centro Apostólico Cristo Vive. Allí se ofrecen toda clase de milagros y se realizan además talleres de "sanidad y liberación" y contra la "inmoralidad sexual", categoría en la que incluyen las relaciones entre personas del mismo sexo.

Maestre saltó a la fama en los últimos días por su participación en un acto del Partido Popular en Madrid. Según reveló Público, los vínculos de la pastora ultraconservadora con la formación que ahora dirige Alberto Núñez Feijóo datan en realidad desde al menos 2017, cuando se reunió con el entonces portavoz popular, Pablo Casado, y estableció contactos con otros dirigentes de ese partido.

Dos años antes, el Gobierno de Rajoy abrió la puerta a los responsables de Cristo Vive, amparados entonces bajo la pantalla de Manos Hacia la Humanidad. Según consta en el acuerdo firmado entre el entonces director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y el pastor Barceló, la asociación evangélica colaboraría en "el efectivo cumplimiento de las penas de trabajo en beneficio de la comunidad" mediante la "prestación por parte de los penados de determinadas actividades de utilidad pública".

De esta manera, Manos Hacia la Humanidad se comprometía a "facilitar un número de plazas a los penados a trabajos en beneficio de la comunidad". Dicho trabajo no sería retribuido y "en ningún caso se derivarán obligaciones propias de un contrato laboral como consecuencia del trabajo desarrollado con motivo del presente convenio".

Limpieza y mensajería

Según consta en el convenio al que ha accedido Público, las plazas ofertadas estaban enfocadas en la "colaboración con tareas de limpieza y mantenimiento" o "tareas de mensajería". Tales tareas se desarrollarían en el mismo local del barrio madrileño de Usera donde la secta evangélica realiza sus ceremonias milagrosas.

De hecho, varios de los "servicios a la comunidad" fijados en el convenio tendrían lugar en el mismo margen horario en el que este grupo evangélico celebraba sus encuentro, lo que implicaba que los presos tuviesen que realizar sus tareas no remuneradas coincidiendo con los momentos de mayor actividad ritual en el templo de Usera.

En total, el centro evangélico ultraconservador ofrecía 23 plazas para tareas de limpieza a mantenimiento, repartidas de martes a viernes en turnos que permitían cubrir mañana y tarde. También había otros dos puestos de limpieza disponibles los domingos a la mañana y siete plazas para tareas de mensajería el mismo día y en la misma franja horaria (de 8.00 a 13.00). 

"Ayuda a maltratadas"

En el convenio firmado con Instituciones Penitenciarias, la asociación creada por la pastora Maestre y su marido era presentada como una entidad dedicada  al "asesoramiento, ayuda, terapia y apoyo psicológico a la mujer maltratada", la "integración de inmigrantes" o la "reinserción y rehabilitación de jóvenes conflictos y de riesgo".

Manos Hacia la Humanidad declaró también que tenía como objetivo la "alimentación y vestido a personas con escasos recursos económicos", así como la  "formación y capacitación para el voluntariado a través de charlas y cursos".