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Marlaska mintió: una investigación demuestra que hubo al menos un muerto en el lado español en la masacre de Melilla

Un consorcio periodístico internacional coordinado por Lighthouse Reports prueba con datos y testimonios que al menos una persona murió en la zona controlada por España del paso fronterizo de Barrio Chino en Melilla.

Una imagen del reportaje de investigación de Lighthouse Reports en la que se muestra que una persona falleció en el lado español del paso fronterizo de Barrio Chino
Una imagen del reportaje de investigación de Lighthouse Reports en la que se muestra que una persona falleció en el lado español del paso fronterizo de Barrio Chino. Lighthouse Reports

"No hubo ninguna muerte, ninguna persona fallecida en territorio nacional español". Con estas palabras respondía el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska el pasado 25 de noviembre a los periodistas cuando le preguntaban sobre los vídeos que se grabaron en el paso fronterizo Barrio Chino de Melilla cuando se produjo la masacre en junio.

No era la primera vez que el ministro hacía estas declaraciones. Ni la segunda. Ni siquiera la tercera. Grande-Marlaska siempre ha mantenido que no hubo fallecidos en el lado español a pesar de las imágenes que se conocieron de aquel día, en las que se ven personas inmóviles siendo arrastradas hacia el lado marroquí por la gendarmería de ese país.

Ahora, una investigación periodística internacional prueba que el ministro del Interior mintió. Un consorcio de medios coordinado por la organización Lighthouse Reports ha podido demostrar que al menos una persona falleció en la zona del paso fronterizo controlada por España. Su cuerpo aparece en las grabaciones que se difundieron horas después de la masacre.

Su nombre era Abdul Aziz Yacoub, aunque todo el mundo lo llamaba Anwar. Esta investigación ha logrado identificarlo gracias al testimonio de un amigo suyo que sobrevivió. Además, su familia también lo ha reconocido.

En las imágenes se ve el cuerpo inmóvil de Anwar tendido en el suelo junto a otras personas, algunas de ellas inertes, y cómo la gendarmería marroquí arrastra a varias de ellas hacia su lado de la valla. El trabajo periodístico, en el que participan medios como Der Spiegel, Le Monde o El País y periodistas españoles como José Bautista, colaborador de Público y jefe de investigación de la fundación PorCausa, no ha podido determinar por ahora la identidad y fallecimiento de otras personas que aparecen en las grabaciones.

De hecho, las labores de identificación se complicaron desde el principio. Marruecos solo reconoció 23 muertes y se apresuró en las primeras horas a excavar fosas para enterrar los cuerpos sin ningún tipo de investigación, tal y como denunciaron varias ONG aquellos días aunque a día de hoy nadie a podido confirmar que se produjera inhumación alguna*. Además, las organizaciones humanitarias han advertido que hay más de 70 desaparecidos sobre los que tampoco se ha aportado ningún tipo de información por parte de las autoridades.

Esta investigación también demuestra sin ningún género de dudas que la muerte de Anwar se produjo en territorio español. Los periodistas que forman parte de este trabajo han conversado con 40 de los supervivientes del 24 de junio y han entrevistado a testigos de la Guardia Civil y representantes del Gobierno que no habían hablado hasta ahora. De hecho, estos últimos son los que confirman sobre el papel y en el lugar de los hechos que Anwar murió en una zona controlada por España.

Miembros de la Guardia Civil acompañaron a los periodistas al área donde murió Anwar y confirmaron que se trataba de un espacio bajo control español. Es más, otros agentes dibujaron en un documento que forma parte de la investigación la delimitación entre el territorio responsabilidad de Marruecos y el español.

Por lo tanto, Anwar murió en una zona bajo control español y su cuerpo fue arrastrado posteriormente por la gendarmería marroquí hacia su país.

Otra mentira de Marlaska sobre la masacre

El Ministerio del Interior ha respondido a los autores de la investigación que "ninguno de los trágicos sucesos del 24 de junio ocurrieron en territorio español". Una afirmación que el titular de esa cartera ha realizado en numerosas ocasiones.

Sin embargo, Grande-Marlaska nunca ha mostrado interés en que se esclarezcan los hechos para poder dar respuesta a las denuncias de fallecimientos en territorio español. El ministro siempre ha negado categóricamente y varias veces que se produjeran muertes en la zona controlada por España. Todo a pesar de las imágenes que se conocieron pocas horas después de la masacre. Ahora, esa negación del ministro se demuestra falsa.

Pero no es la primera vez que miente. A las pocas horas de producirse la tragedia, Grande-Marlaska, ante las preguntas del diputado de EH-Bildu Jon Iñarritu en el Congreso, negó que agentes de la gendarmería marroquí hubieran entrado en suelo español para interceptar y devolver a personas que ya habían cruzado a España.

Estas declaraciones se producían justo después de que Público mostrara en exclusiva las imágenes del periodista Javier Bernardo en las que se comprobaba cómo, efectivamente, gendarmes marroquíes golpeaban a personas que habían entrado en España y se las llevaban de vuelta a territorio de Marruecos a través de la valla.

Público, nuevamente con las imágenes que había publicado horas después de la masacre, hizo una reconstrucción de los hechos demostrando con vídeos, fotografías y datos que el ministro mentía.

Grande-Marlaska también aseguró en las primeras horas que los acontecimientos solo habían ocurrido en el lado marroquí, en Nador, y "de forma muy tangencial" en territorio de Melilla. Otra mentira.

Público consultó entonces tratados internacionales y habló con expertos y profesionales del Instituto Geográfico Nacional y pudo ubicar gran parte de los hechos más controvertidos en territorio español. Aquello que dijo el ministro de "no hay duda de la territorialidad marroquí" quedaba en entredicho.

Marruecos propició la masacre y se produjo omisión de auxilio, las otras claves de la investigación

Otro de los puntos en los que incide la investigación es en la omisión de auxilio a las personas que intentaron cruzar el paso fronterizo. No se prestó asistencia sanitaria a los heridos, ni en el lado marroquí ni en el español.

En España, una ambulancia de Cruz Roja aparcó a 100 metros de donde sucedían los hechos y no asistió a los migrantes. Fuentes de la Guardia Civil aseguran que la ambulancia no pudo acercarse más por razones de seguridad, porque se estaban produciendo lanzamientos de piedras, pero no aclaran por qué no intervino cuando el grupo estuvo retenido y estabilizado.

De todas las personas que se vieron involucradas en los acontecimientos de Barrio Chino, solo los que lograron llegar hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla (133 migrantes) fueron atendidos por personal médico.

No obstante, como demuestra la investigación y se puede comprobar en las imágenes, a pesar de que muchos de los heridos precisaban ayuda médica, no la recibieron. De hecho, muchos de los que fueron devueltos en caliente desde el lado español tendrían que haber recibido tratamiento por sus heridas, algo que no sucedió. Tampoco se les permitió solicitar asilo.

Sobre estos últimos, la investigación también ha podido comprobar que una de las personas devueltas en caliente desde España es menor de edad.

Este trabajo periodístico ha reconstruido los hechos, gracias a técnicas innovadoras, a través del modelado tridimensional. De esta manera, se pueden contextualizar y comprender sucesos caóticos y complejos, así como verificar y hacer uso de imágenes digitales fragmentadas, como las que se grabaron con teléfonos móviles el 24 de junio durante la masacre de Melilla.

Gracias a ello, se comprueba visualmente cómo la gendarmería marroquí propició el asalto al paso fronterizo. En los días previos a la masacre, los agentes atacaron a los migrantes que se encontraban acampados en el monte Gurugú y los dejaron sin agua ni alimento, según testimonios recogidos en la investigación.

Una vez que comenzó su desplazamiento hacia la valla, Marruecos no actuó para detenerlos. Es más, los bloqueó desde atrás forzando al grupo a avanzar hacia el paso fronterizo de Barrio Chino. Allí, nuevamente, la gendarmería los cercó desde dos puntos, de manera que impedía escapar a los migrantes y solo les dejaba la opción de trepar por la valla. En ese momento, los agentes hicieron uso de gases lacrimógenos, algo que prohíbe la legislación internacional ya que no está permitido utilizarlos en espacios cerrados o en lugares de donde las personas no pueden salir, como era el caso.

En esta investigación coordinada por Lighthouse Reports han participado medios como el alemán Der Spiegel, el francés Le Monde, el español El País y el marroquí ENASS. Lighthouse Reports es una organización de investigaciones especiales que trabaja con los principales medios de comunicación europeos. Ha ganado múltiples premios y lleva trabajando en Melilla desde antes de que se produjera la masacre de junio.

*En una versión anterior no se especificaba que no existen pruebas de que los cuerpos fueran finalmente enterrados en las fosas que excavó Marruecos.

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