En apenas tres días, el president del Govern, Pere Aragonès, ha sido propuesto como cabeza de lista de ERC para las próximas elecciones al Parlament, ha subrayado que no piensa avanzar los comicios y que, por lo tanto, no se celebrarán hasta febrero del próximo año y ha hecho retoques en el ejecutivo para reforzar a su núcleo duro. Todo son movimientos para reforzar al president en la recta final de la legislatura catalana y empezar a engrasar la maquinaria electoral de su formación.

En cierto modo, todo ello se puede interpretar como el pistoletazo de salida de una larguísima precampaña para los próximos comicios en el Parlament, que coge a buena parte de las formaciones con los deberes medio hechos -en muchos casos ya se puede garantizar qué persona encabezará la lista-. Hasta la votación, pero, todavía pueden pasar muchas cosas, sobre todo si tenemos en cuenta que 2024 se prevé intenso a nivel político.

De entrada se tiene que comprobar si el Govern es capaz de aprobar los presupuestos y, paralelamente, hay muchas carpetas catalanas abiertas en Madrid. Para empezar la aprobación de la Ley de amnistía y su posterior aplicación.

Además, en los próximos meses se tiene que reactivar la mesa de diálogo entre gobiernos para abordar la resolución de fondo del conflicto político -Aragonès insiste en un referéndum que el PSOE ni contempla-, se tienen que dar los primeros pasos para materializar el traspaso de Rodalies a la Generalitat y se tiene que iniciar la negociación para abordar una nueva financiación catalana. Todo ello sin obviar la gestión de una sequía que ya es histórica y que va a más, con la inminente entrada en situación de emergencia del sistema Ter-Llobregat, que suministra a Barcelona y su área metropolitana. Repasamos los candidatos y la situación partido a partido.

ERC: la reválida de Aragonès

El aval de Oriol Junqueras a que Aragonès repita como cabeza de lista de ERC, escenificado en el Consejo Nacional que el partido celebró sábado, sirve para cerrar filas y soterrar los comentarios alrededor de cierta pugna interna entre dos. En cualquier caso, los próximos comicios serán la reválida para Aragonès, que se jugará su futuro político. Solo un resultado que le permita conservar la presidencia le evitará ser cuestionado a nivel de partido.

Consciente que es él sobre todo quién se la juega, el primer paso de Aragonès ha sido reforzar su núcleo duro en el Govern, con el nombramiento de la hasta ahora consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, como vicepresidenta, y de Sergi Sabrià como viceconseller. El president es consciente que necesita algún éxito más allá de la gestión del día a día para remontar unas encuestas que sitúan al PSC como favorito.

De hecho, el último Baròmetre del Centre d'Estudios d'Opinió (CEO) ampliaba la diferencia en favor del partido de Salvador Illa, puesto que le daba entre 39 y 45 diputados, mientras que los republicanos se quedaban en una horquilla de los 29 a los 34, deshaciendo el actual empate a 33. Solo la encuesta del Institut de Ciències Polítiques i Socials sitúa a Esquerra por delante.

PSC: ¿el asalto final de Salvador Illa?

Con las encuestas de cara, el PSC quiere culminar su triunfal ciclo electoral -victorias en las catalanas de 2021 y en las municipales y las generales de 2023- con el retorno a la presidencia de la Generalitat, cargo que no ostenta desde el lejano 2010.

Sin ningún debate interno alrededor del liderazgo de Salvador Illa -será el único candidato a primer secretario en el congreso que la formación celebrará en marzo-, la principal duda ahora mismo es si sufrirá algún desgaste alrededor de la amnistía, una iniciativa que no es bien vista por una parte significativa de sus votantes, según las encuestas.

Mientras tanto, Illa seguirá con su estilo de oposición, firme en cuestiones del día a día -como la gestión de la sequía o los resultados en educación-, pero con la mano tendida para llegar a grandes acuerdos, como por ejemplo en los presupuestos.

Junts: todos los focos sobre Puigdemont

Descartada Laura Borràs a raíz de su condena e inhabilitación por el caso de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), el principal dilema alrededor de Junts es quién será su candidato. Fuentes de la formación apuntan que "el partido de momento no trabaja con ningún candidato que no sea Carles Puigdemont a la espera de lo que pase con la amnistía". Estas misma fuentes dan por hecho que el expresident de la Generalitat encabezará la lista en las elecciones al Parlamento Europeo, que se harán en junio.

Por otro lado, fuentes de la dirección admiten que la decisión final será del propio Puigdemont pero que hay unanimidad en la ejecutiva para que el expresident sea también el candidato a las elecciones en el Parlament como presidenciable. Un elemento que condiciona la decisión final es el plazo de aplicación de la amnistía.

Puigdemont se podría presentar a las elecciones al Parlament tal como ya hizo en 2017 y en 2021, puesto que no tiene ninguna sentencia que lo inhabilite, pero en el partido valoran muy diferente si la amnistía permite que pueda hacer campaña físicamente en Catalunya con su retorno sin riesgo de encarcelamiento, o si la aplicación de la amnistía se atrasa y tiene que hacer campaña desde Bruselas como en las ocasiones anteriores. Un escenario que reduciría las opciones que Puigdemont acepte encabezar la lista a pesar de que "la presión para que Puigdemont vaya de cabeza de lista será fuerte", asegura un exdirigente de la formación.

Como alternativa, en el partido suena cada vez con más fuerza el nombre del exconseller de Territorio Josep Rull, expreso político y que con el indulto quedó totalmente limpio de su condena y habilitado para poder presentarse, a diferencia del secretario general de Junts, Jordi Turull, que a pesar de poder salir de la prisión mantiene la inhabilitación a la espera de la amnistía. Rull actualmente preside el Consejo Nacional de Junts.

Los comicios también marcarán qué impacto tiene el giro pragmático de Junts en el Congreso con los pactos con el PSOE -empezando por el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez-, así como el endurecimiento de su discurso migratorio.

CUP: en pleno proceso de refundación

La CUP es seguramente quien ahora mismo está menos preparada para afrontar una cita electoral y, por lo tanto, puede verse beneficiada con el agotamiento de la legislatura anunciado por Aragonès. La razón es que la formación de la izquierda independentista se encuentra en plena refundación, mediante el llamado Procés de Garbí, un debate interno a fondo que se alargará hasta finales de la primavera y que le tiene que servir para replantearse y actualizar su propuesta política.

El debate interno se ha puesto en marcha después de la bajada en las urnas del partido anticapitalista, que en las municipales quedó fuera de algunos de los principales ayuntamientos catalanes -Barcelona, Terrassa, Lleida, Tarragona o L'Hospitalet, entre otros- y en julio perdió la representación en el Congreso. Precisamente el Procés de Garbí también tiene que servir para la aparición de nuevos liderazgos, un elemento que puede aclarar un poco quién podría liderar una candidatura en el Parlament en la que, seguro, no estará Dolors Sabater, cabeza de lista en los comicios de 2021 y que ya solo ejerce de concejal en Badalona.

Comuns: probable repetición de Albiach y dudas con Podem

La co-coordinadora nacional de Catalunya en Comú y actual líder del grupo de En Común Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ya se ha postulado para repetir como candidata del espacio en los próximos comicios catalanes. Con unas encuestas que la sitúan ligeramente al alza y con la perspectiva de superar los ocho diputados actuales, la gran duda ahora mismo es si justamente se podrá reeditar la habitual candidatura unitaria entre Comuns y Podem.

La ruptura de la formación morada con Sumar también ha impactado en Catalunya y ahora mismo no se puede dar por hecho que concurran conjuntamente. De hecho, en Podem hay mucho malestar con los Comuns, como manifestó la coordinadora de la formación, Conchi Abellán, en una entrevista reciente con Público. Abellán es la favorita en las primarias que Podem tiene en marcha ahora mismo y justamente la relación que se articula con Catalunya en Comú será una de las grandes carpetas que tendrá que abordar si es reelegida.

El PP: el 'triunfo' de Alejandro Fernández

En pocos meses, Alejandro Fernández ha pasado de estar sentenciado como presidente del PP en Catalunya a ver reforzado su liderazgo, a pesar de cuestionar a Alberto Núñez Feijóo. Esto le aclara mucho el escenario para repetir como cabeza de lista de la formación en los comicios al Parlament, donde todas las encuestas le pronostican un fuerte salto adelante que le permitirían superar con creces los migrados tres diputados obtenidos en 2021.

En cuanto a las otras dos formaciones de la derecha y la extrema derecha españolista, Ciudadanos puede recibir la estocada final hacia la desaparición en las elecciones catalanas. Lejos de su triunfo de 2017 -cuando acumuló 36 diputados-, ahora mismo ningún sondeo le da representación al partido, que parece difícil que pueda capitalizar su previsible rechazo a la amnistía.

Vox, por su parte, tampoco pasa por su mejor momento, después de que en las elecciones generales de julio cayera de 52 a 32 diputados en el Congreso, una tendencia que le haría difícil mantener los 11 escaños en el Parlament. De hecho, todas las encuestas lo sitúan a la baja. Su líder catalán, Ignacio Garriga, se ha visto reforzado, pero, puesto que pasará a ser vicepresidente único del partido de extrema derecha a nivel estatal, lo que le tendría que facilitar liderar la candidatura si así lo desea.