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Rivera se atribuye el mérito de la marcha de Griñán y Chaves

El líder de Ciudadanos incide en su batalla contra el PP al pedir no sólo la marcha de Rajoy sino "un Gobierno nuevo"

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, a su llegada al Casino de Madrid, donde participa en un almuerzo informativo dentro del foro ABC Deloitte. EFE/Ballesteros

PAULA DÍAZ

MADRID.- "Chaves y Griñán no se fueron". Así de rotundo se ha expresado este jueves Albert Rivera, que se ha atribuido el mérito del abandono del PSOE de los dos expresidentes andaluces tras haber sido imputados en la causa de los ERE. "Lo primero que pensé al enterarme es: 'menos mal que está Ciudadanos'", presumió.

El presidente de C's dijo no arrepentirse de haber pactado con el PSOE en Andalucía, sino que presumió de lo contrario: "Ahora todos saben que los imputados por corrupción deben abandonar su escaño", zanjó. "Los españoles ya han asumido que, aunque parezca una medida drástrica, es mejor que alguien se aparte en cuanto es investigado a que la sospecha salpique a todo un grupo parlamentario o un gobierno".

Asimismo, recordó que "el PP no puede liderar la alternativa en Andalucía". "Gracias a nosotros no gobierna Podemos", agregó el líder de la formación naranja tras participar en el Foro organizado por ABC.

De paso, aprovechó para recordar que su partido es llave de Gobierno, además, en otras cuatro comunidades del PP. "Las relaciones no son sencillas: que le pregunten a Susana Díaz si le ha gustado comparecer en la Comisión de Investigación del Parlamento andaluz, o a Cifuentes que le pidamos que eche a diputados de sus listas", siguió colgándose medallas. "Pero es mejor que haya un gobierno controlado por Ciudadanos que un bloqueo institucional", argumentó.

Rivera negó que su pacto con Pedro Sánchez pueda hacer que los votantes que en su día le robaron al PP vuelvan ahora a Rajoy

En este sentido, volvió a mostrase como "el único capaz de llegar acuerdos" también tras el 26-J. De nuevo constató que su estrategia no es llegar al Gobierno -algo a lo que ya no aspira- sino ser la llave del mismo. Aun así, intentó poner una gota optimista a su campaña: "No he renunciado a nada: ni a ganar ni a ser humilde, porque sigo pensando que es más importante ser útil que importante. Cuantos más votos tengamos, más decisivos seremos y más útiles también", respondió. "Pero me importa más España que quedar primeros o cuartos", zanjó.

En cualquier caso, Rivera negó que su pacto con Pedro Sánchez pueda hacer que los votantes que en su día le robaron al PP (el 45% de sus 3, 5 millones de apoyos vienen de electorado conservador), vuelvan ahora a Rajoy. "Rajoy también dice todos los días que quiere una gran coalición con el PSOE. Esos votantes tienen dos opciones ahora : votarnos a nosotros o votar a Rajoy para que también pacte con el PSOE", ironizó entre las risas de una sala mucho más vacía que en su anterior intervención en la campaña del 20D.

Hablando de pactos no faltó la pregunta estrella sobre si Rajoy será o no una línea roja en las negociaciones posteriores a las elecciones generales. ¿Su respuesta? "El problema no son los nombres, y sí que haya un cambio de políticas", insistió repitiendo por enésima vez su propuesta de pacto "antisillas". Poco después se atrevió a ser más incisivo: "Es que no es sólo Rajoy, siempre digo que hace falta un Gobierno nuevo, también Montoro y compañía, para desactivar el, populismo en España", sentenció.

Y, aunque atizó a Podemos con los argumentos habituales sobre Venezuela o Grecia, el centro de su diana se mantuvo en su guerra abierta contra Rajoy. Incluso volvió a recriminarle su "inmovilismo" y "falta de responsabilidad: "Si algún día el rey me propone a mí como candidato para formar Gobierno les puedo asegurar que le diré que sí", concluyó.

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