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Vox exhibe su sintonía con el PP mientras Génova prosigue con la OPA sobre Cs

El Partido Popular ha encontrado este miércoles una nueva portavoz muy aplaudida por la ultraderecha y que no es Díaz Ayuso ni Álvarez de Toledo. La encendida defensa de Vox al PP en el Congreso encauza la relación entre las derechas.

La diputada nacional del Partido Popular, Carmen Riolobos; el empresario Ignacio López del Hierro; y la secretaria general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, Macarena Olona, conversan tras la Comisión de Investigación sobre la utilización de med
La diputada nacional del Partido Popular, Carmen Riolobos; el empresario Ignacio López del Hierro; y la secretaria general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, Macarena Olona, conversan tras la Comisión de Investigación sobre la utilización de medios de Interior para favorecer al PP y anular pruebas en casos de corrupción, a 2 de junio de 2021, en el Congreso de los Diputados. E.Parra POOL / Europa Press

El Partido Popular ha encontrado una nueva portavoz muy aplaudida por la ultraderecha y que no es Isabel Díaz Ayuso ni Cayetana Álvarez de Toledo. Durante la sesión de control al Gobierno, Vox ha salido en defensa del PP a cuenta de la reforma laboral aprobada por Mariano Rajoy en el año 2012. "Deje de hablar de la reforma laboral del PP y empiece por dar las gracias al señor García Egea". Con esas palabras respondía la secretaria general del partido ultra en el Congreso, Macarena Olona, a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, apenas minutos después de un duro intercambio de reproches entre la vicepresidenta tercera y el número dos del PP.

Este acercamiento entre las dos derechas se produce meses después de que el líder de los populares, Pablo Casado, escenificara una ruptura con su homólogo en Vox, Santiago Abascal, tras presentar una moción de censura contra el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos que fracasó estrepitosamente: solo obtuvo apoyo de los 52 diputados de su grupo parlamentario. Entonces, Casado aseguró que había llegado a su límite y enarboló un discurso muy crítico contra Vox aplaudido por propios y ajenos.

"Hasta aquí hemos llegado", le dijo a Abascal. En palabras del líder del PP, su formación decía 'no' "a la España a garrotazos, en blanco y negro, de trincheras, ira y miedo". También decía 'no' a "ese engendro antiespañol" destinado a "hacer que los españoles se odien y se teman". Esta 'ruptura' no tuvo implicaciones formales: no se trasladó a ningún parlamento en los que el PP depende del partido ultra para sacar leyes y presupuestos adelante, pero sí enfrió la relación entre ambas formaciones en el Congreso.

A tenor de los buenos pronósticos que auguran las encuestas para el PP y Vox, el propio García Egea matizaba la pasada semana ese discurso de Casado. "Nosotros no hemos roto con nadie", dijo desde la sede de Génova. El secretario general popular aseguró que Vox era un partido completamente "democrático" -después de que Casado evitara calificarlos como tal en una entrevista con el Financial Times- y "con el que se puede coincidir" después de definirlo como una formación "populista" y de "extrema derecha" meses antes.

Yolanda Díaz: "El PP y Vox fusionados a modo de binomio a través de la señora Olona"

La intervención de Olona ha sido aplaudida por el número dos del PP, que corroboraba asintiendo las palabras de la diputada ultraderechista. Más comedido ha estado Pablo Casado, al que se ha dirigido Díaz durante su turno de réplica: "A veces tengo dudas, señor Casado, y se le digo con enorme respeto, de quién habla en nombre de quién. El PP y Vox fusionados a modo de binomio a través de la señora Olona. Es muy interesante lo que estamos viendo".

Pero la sintonía entre ambas formaciones no solo se palpa en las palabras de la secretaria general de Vox. El martes la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cedió al partido ultra una de las vicepresidencias que correspondían al PP en la Mesa de la Cámara. Un primer guiño hacia la formación que necesitará para ser elegida presidenta y aprobar leyes en el Parlamento. PP y Vox acordaron también "revisar" el número de diputados de la Asamblea, una reforma para la que es necesaria la modificación del Estatuto de Autonomía y que no pueden lograr sin el apoyo de la izquierda.

Esta unión culminará esta misma semana con la manifestación que unirá a dirigentes de PP, Vox y Ciudadanos en la madrileña plaza de Colón en contra de los indultos a los presos del procés. Todos ellos quieren evitar la fotografía conjunta que sí se produjo en febrero del año 2019 en protesta también de la figura del relator entre el Govern de la Generalitat de Catalunya y el Ejecutivo central, y que se saldó con la convocatoria de elecciones generales por parte del presidente Pedro Sánchez, que el PSOE ganó con un amplio margen.

Génova trata de forzar la desaparición de Cs

El buen entendimiento entre PP y Vox contrasta con la OPA indisimulada que está dirigiendo el partido conservador hacia Ciudadanos. La dirección popular trata de forzar la desaparición de su socio de gobierno en dos autonomías y decenas de ayuntamientos a fin de evitar que la derecha vuelva a estar dividida en tres en los próximos comicios generales. Una operación capitaneada por su exsecretario de organización, Fran Hervías, ahora a sueldo de Génova, que ha acelerado la descomposición de Cs en diversos territorios y ha causado un cisma interno con numerosas bajas en favor del PP.

Su última hazaña se ha producido en el ayuntamiento de Granada, la única capital de provincia en la que Ciudadanos ostenta la alcaldía de la mano de Luis Salvador. En los últimos dos años ha gobernado junto al PP, pero el portavoz de los populares, Sebastián Pérez, ha dinamitado ese gobierno al exigir la alcaldía aludiendo a un supuesto pacto entre ambas formaciones al inicio de la legislatura. La negativa de Salvador a cederle el puesto se ha saldado con la deserción de los seis ediles del PP que formaban parte del Gobierno junto con dos tránsfugas de Cs.

Las fuentes consultadas por Público en el partido naranja atribuyen estas maniobras a Hervías, puesto que lleva años enfrentado al vicepresidente andaluz Juan Marín y es, según las fuentes, "la mano que mece la cuna en Granada". En la dirección nacional de Cs tienen claro que se trata de "una venganza" de Hervías contra Marín aunque también creen que García Egea ha jugado un papel clave. Sin embargo, Inés Arrimadas y sus afines están evitando confrontar con Génova para no dinamitar el gobierno andaluz capitaneado por Juanma Moreno Bonilla, al que algunas voces del PP le piden que convoque un adelanto electoral.

La formación que preside Casado da por sentado que el proyecto de Arrimadas no sobrevivirá y solo espera que los naranjas certifiquen su desaparición en los próximos comicios generales. Es más, en Génova aseguran que son varios los cargos de Cs que están llamando a sus puertas cada día. Una lista a la que el PP tratará también de sumar al citado Marín, la vicealcaldesa Begoña Villacís, el portavoz nacional Edmundo Bal o la propia Arrimadas, que ha rebajado el tono contra el PP para unirse en un frente común contra Pedro Sánchez.

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