Por Kate Kelland

El mayor uso de anticonceptivos ha reducido la tasa mundial de abortos, pero las interrupciones del embarazo en malas condiciones matan a 70.000 mujeres cada año y provocan graves daños o mutilaciones a millones más, según un informe mundial publicado el martes.

Pese a un acceso más sencillo al aborto ya que se han relajado las restricciones en muchos países, el número de abortos cayó desde una cifra estimada de 45,5 millones en 1995 a 41,6 millones en 2003, según un informe del Instituto Guttmacher, con sede en Estados Unidos.

de abortos en malas condiciones, la mayoría en países pobres y a menudo practicados por las propias mujeres con fármacos inapropiados o pociones de hierbas, o por curanderos tradicionales sin formación.

"Es significativo y trágico que mientras que la tasa global de aborto está en declive, los abortos inseguros no se han reducido", dijo Sharon Camp, presidenta del Instituto Guttmacher, un organismo que estudia la salud sexual y reproductiva.

"Las restricciones legales no impiden el aborto, sólo hacen que el procedimiento sea peligroso. Demasiadas mujeres están mutiladas o mueren al año porque carecen de un acceso legal al aborto", dijo en rueda de prensa en Londres.

LOS ANTICONCEPTIVOS, MÁS BARATOS

Los científicos dijeron que el 40 por ciento de las mujeres aún vive en países donde el aborto está altamente restringido, y pidieron un mayor esfuerzo para mejorar el acceso a los anticonceptivos para evitar algunos de los 76 millones de embarazos no deseados al año.

También dijeron que en el mundo desarrollado en su conjunto, que el coste de la asistencia sanitaria para las mujeres perjudicadas por los abortos inseguros se estima en unos 500 millones de dólares (339 millones de euros).

"Detrás de cada aborto hay un embarazo no deseado", manifestó Akinrinola Bankole, director de investigación internacional de Guttmacher.

Bankole añadió que los países desarrollados y las naciones contribuyentes deben observar las cifras, que dijo que demostraban claramente que "la prevención de embarazos no deseados es rentable".

En Nigeria, por ejemplo, un estudio reciente demostró que los costes de tratar a las mujeres debido a complicaciones causadas por abortos mal practicados fueron unos 19 millones de dólares, mientras que solo costaría 4,8 millones de dólares proporcionar anticonceptivos a aquellos que lo necesitasen.

Los investigadores dijeron que erradicar la necesidad de abortar era completamente irreal, pero dijeron que eliminar los abortos inseguros mediante la mejora del acceso a métodos anticonceptivos y el incremento de la presión de suprimir las restricciones al aborto sería un objetivo valioso y viable.

"Las mujeres continuarán abortando sea o no seguro, siempre que la necesidad no cubierta de obtener métodos anticonceptivos sea alta", indicó Camp. "Con la suficiente voluntad política, podemos asegurar que ninguna mujer tiene que morir para poner fin a un embarazo que no tenía previsto".

Camp apuntó a los Países Bajos como el ejemplo de las mejores prácticas y dijo que esperaba ver decaer las tasas globales de abortos de la actual cifra de 29 por cada 1000 mujeres situadas entre los 15 y los 44 años que abortan, hasta la tasa holandesa situada en un 10 por cada 1000 mujeres.

"Es un largo camino, pero no es imposible", sentenció.