Aitana Sánchez Gijón y Malena Alterio han viajado al campamento de refugiados saharauis de Dajla como invitadas del Festival de Cine del Sahara (FiSahara), junto a otros actores españoles, pero en su caso es la primera vez y les ha supuesto encontrarse de frente con la realidad saharaui.

"Tengo muchos sentimientos encontrados, estoy feliz y agradecida por la hospitalidad, por la amabilidad. Estoy impresionada, no dando crédito, porque no es igual que te lo cuenten que vivirlo", declara Malena en una entrevista con Efe realizada junto a Aitana en la "jaima" donde se alojan estos días con una familia saharaui.

Esta última se muestra sorprendida "por la capacidad de organización, de tener una vida digna, por cómo funcionan como sociedad, cómo están estructurados cuando están en mitad de la nada en este desierto", que la actriz considera "bellísimo" para visitarlo "pero pensar que ya hay generaciones que han nacido aquí y que crecen aquí y cuyo futuro, de momento, es estar aquí, es bastante claustrofóbico", afirma.

Aitana Sánchez Gijón recuerda que ahora, además, debido a la crisis económica, sobre todo en España, se han reducido esas "ventanas al exterior" que suponen, por ejemplo, las vacaciones de los niños saharauis en verano.

Sólo les queda "el tedio del desierto y su realidad indefinida, porque todo se alarga y nadie tiene la valentía de dar un golpe en la mesa y decir basta, ya han tenido suficiente", afirma la intérprete de "Volaverunt".

Tanto ella como su compañera Malena Alterio denuncian la inactividad de los sucesivos gobiernos españoles en este conflicto paralizado que llevó al exilio a decenas de miles de saharauis en el desierto argelino hace ya 37 años.

"España se está lavando las manos vergonzosamente desde hace muchísimos años. El anterior gobierno, con todas las promesas efectuadas cuando estaba en la oposición, no hizo absolutamente nada. El partido que gobierna actualmente también ha estado utilizando el tema del Sahara y vamos a ver", afirma.

Para Malena Alterio, la situación que viven los saharauis en los campamentos de refugiados es una gran "injusticia". "Están jugando con cosas muy peligrosas, durante mucho tiempo esta gente ha luchado de una manera pacifica, que creo que es la forma que hay que luchar, pero es injusto que no tuvieran lo que se merecen, recuperar lo suyo", subraya.

"Toda una generación de niños que los están poniendo entre la espada y la pared, la cuerda ya no se puede estirar más y hay que hacer algo pero ya, ahora", insiste.

Las actrices consideran infundados los temores para viajar a los campamentos saharauis después del triste acontecimiento ocurrido hace más de seis meses, cuando tres cooperantes, dos españoles y una italiana, fueron secuestrados y llevados al norte de Mali.

En el caso de Aitana, su sentimiento de seguridad es tal que ha traído con ella al Festival a su hija Bruna, de ocho años.

"Es fundamental que criemos a nuestros hijos con conciencia y que se den cuenta de que existen otras realidades, que aunque estemos pasando estos momentos angustiosos y terribles, vivimos bastante bien en comparación. Y además se descubre una cultura diferente, otras costumbres, es necesario abrir los ojos y compartir otras realidades", asegura.

Mientras toman el tradicional te saharaui, ambas alaban la vocación del Festival de Cine del Sahara, que desde su nacimiento en 2003 busca visibilizar el drama saharaui, acercar el cine a los refugiados y desaparecer algún día, cuando pueda celebrarse en el Sahara Occidental ocupado por Marruecos.

"Estoy impresionada por la misión del festival, es muy importante por la labor que hace de difusión de este problema", asegura Malena.

"Ójala" pueda celebrarse algún día en El Aaiun, nos dicen las dos, sentadas sobre las alfombras de su jaima.

"Por eso estamos aquí", dice Malena, que asegura sentirse "absolutamente conmovida" por la labor de la alumnas saharauis de la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, abierta en este campamento hace un año con ayuda de la cooperación y que colaboran con Efe en la grabación de esta entrevista.

Para Aitana "es fundamental que puedan tener las herramientas para contar sus propias historias, que no tengamos que venir desde fuera a contarlas, que tomen las riendas".