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Baja por estrés para el número uno de Lloyd's

Horta-Osorio fichó por el banco británico en marzo. A su llegada, cobró un bonus de diez millones

A. M. VÉLEZ / AGENCIAS

Dicen sus allegados que está 'cansado'. Tiene estrés. El portugués António Horta-Ossorio, consejero delegado de Lloyd's, el mayor banco minorista de Reino Unido, se ha tomado una baja temporal 'por prescripción médica', según informó ayer la entidad, que confía en que regrese a sus funciones antes de final de año. Hasta entonces, le sustituirá como primer ejecutivo el director financiero, Tim Tookey, que tiene previsto dejar el banco a primeros de 2012, en el marco del plan de reestructuración del grupo.

Horta-Ossorio, de 47 años, fue fichado para la difícil tarea de reflotar Lloyd's hace un año, aunque no se incorporó al banco hasta marzo pasado. La entidad, que en la década de los noventa estaba entre las más rentables del mundo, cayó en desgracia tras la compra, en 2008 (coincidiendo con el inicio de la crisis financiera internacional), del Halifax Bank of Scot-land (HBOS, infestado de activos tóxicos), por lo que tuvo que ser rescatada por el Estado británico, que aún hoy conserva el 40% de las acciones.

Horta-Ossorio, que en su país natal es considerado un ídolo, como todos los portugueses que triunfan en el extranjero ('el Mourinho de las finanzas', le llaman), apenas llevaba ocho meses en su nuevo puesto, al que llegó tras una exitosa carrera al frente de la filial británica de Santander. Quienes le conocen le califican de meticuloso hasta el extremo y atento a todos los detalles. 'No es uno de esos ejecutivos que se pasan el día metido en Gresham Street' (sede de Lloyd's), señaló un empleado del banco a Reuters.

En su breve estancia en Lloyd's, este aficionado al submarinismo y el tenis ha tenido tiempo para, al menos, dos cosas: embolsarse un bonus de unos nueve millones de libras en acciones del banco (más de diez millones de euros) nada más aterrizar, como compensación por lo que dejaba de ganar en Santander UK, y presentar, en junio del año pasado, un duro plan de ahorro que prevé 15.000 despidos (es decir, eliminar uno de cada ocho empleos en el banco) entre este año y 2014 para ahorrar unos 1.500 millones de libras anuales. El plan de recortes fue, en parte, impuesto por Bruselas para asegurarse de que el respaldo del Estado británico no ponía en desventaja a sus rivales.

'Tenemos que hacer esto. Este banco ha perdido dinero', dijo el luso para justificar los despidos. Ayer el mercado se tomó muy mal el vacío de poder que supondrá la retirada temporal del ejecutivo y los títulos de Lloyd's se dejaron un 4,4% en Bolsa, hasta 29,6 libras. Muy lejos de las 63,1 libras por acción que pagaron los contribuyentes británicos para evitar su quiebra.

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