Iniesta lleva mucho retraso. Tras recaer de su lesión muscular (rotura del recto anterior de la pierna derecha, grado dos) el pasado 27 de mayo, los médicos le pronosticaron una convalecencia de entre seis y ocho semanas. Cuatro después de su esperado regreso, el futbolista sigue de baja, de recuperación con el fisioterapeuta.

Los médicos, oficialmente, se muestran tranquilos. Justifican la demora en una simple viriasis. Sin embargo, Del Bosque deslizó ayer una versión radicalmente diferente. Alertó sobre el estado del jugador y sobre los plazos de recuperación que no se cumplen. 'Los médicos del Barça están preocupados', dijo.

Quizás Del Bosque ayer sólo decidió enredar un poco. Reabrir su vieja pelea con el Barcelona por las formas con las que el club le exigió no convocar a Iniesta para la Copa Confederaciones, por dudar de su sensibilidad y justicia al respecto, por esas presiones que notaba procedentes de la entidad catalana y que no le gustaban.

Parecía el pulso apagado, una vez el jugador tuvo que viajar a Madrid para que los galenos federativos comprobaran su dolencia, pero las palabras del seleccionador no sonaron a eso.

Del Bosque, al facilitar la lista de cara al encuentro amistoso ante Macedonia, se refirió a la ausencia del mejor futbolista español de la pasada Liga: 'He hablado con el médico del Barcelona y están preocupados con la lesión. El jugador está potenciando la zona dañada, pero ahora se le había complicado con una enfermedad vírica y estaba indispuesto. No hemos contemplado la posibilidad de que viniera con nosotros, porque si no juega en el Barcelona, con nosotros tampoco debe venir'.

Desde Seattle, y tras conocer las palabras de Del Bosque, los médicos del Barça negaron a este diario cualquier inquietud por la evolución del de Fuentealbilla, que ya ha iniciado la última fase de su recuperación. D

espués de que un virus intestinal retrasara los plazos de su vuelta al trabajo tras unos días de vacaciones, Guardiola le espera como pronto para el Gamper 19 de agosto. El pasado 29 de julio, el centrocampista volvió a la faena con el fisioterapeuta Emili Ricart con tres kilos menos y la musculatura debilitada por culpa de dicho virus. De ahí, según la versión médica, la demora.

De momento, Iniesta trabaja un poco sobre el campo sin tocar balón y mucho en el gimnasio: resistencia, musculación y propiocepción para reeducar a nivel articular las rodillas y los tobillos, además de ejercicios de fuerza del tren superior. Ricart es casi su sombra. Las sensaciones del jugador serán importantes para determinar su vuelta al trabajo con el resto de sus compañeros 'probablemente los últimos días de la gira', dicen.

El manchego reconocía ayer en una entrevista a La Vanguardia que la trascendencia de la lesión le hace temer una recaída: 'Sí, me da miedo; sí, evidentemente', admite. 'Me la jugué y mi pierna lo sufrió y no quiero volver a pasar por eso. Es un sitio delicado y tengo que ir con el máximo cuidado para que no vuelva a ocurrir'.

Márquez, con rotura muscular en el gemelo (entre 10 y 15 días de baja), tampoco estará a punto para el partido para el trascendental México-EE UU del miércoles. Aún así, tendrá que viajar para ser revisado por los médicos de su selección: 'Querrán forzar, pero principalmente está mi salud'. Tras conocerse la lesión, Guardiola insistió en la necesidad de reforzar la zaga. También insiste en un jugador de banda: esperaba antes a Iniesta y sigue sin disponer de él.