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Los bebés alimentados con fórmula no siempre comen de más: estudio

Reuters

Por Aparna Narayanan

En un nuevo estudio, bebésalimentados con una dosis extra de aminoácidos en la fórmulacomieron menos y sintieron saciedad antes que con cuando tomaronfórmula de leche vacuna, un resultado que desafía la idea de quela mamadera reduce la autorregulación alimentaria de los bebés.

Los autores observaron que el agregado de glutamato en lafórmula láctea común hizo que los bebés tomaransignificativamente menos cantidad y no tuvieran signos dehambre.

La leche materna contiene niveles naturalmente altos deglutamato, uno de los aminoácidos de las proteínas, mientras quela leche vacuna posee niveles más bajos.

"La comida es por lo menos tan importante como la forma enque se administra. Lo que queremos imitar es el mismo nivel deconsumo que con la leche humana", dijo el coautor del estudio,Gary Beauchamp, director del Centro Monell de los SentidosQuímicos de Filadelfia.

Treinta padres con sus bebés participaron del estudiopublicado en American Journal of Clinical Nutrition. Los bebés,de menos de 4 meses de edad, tomaron mamadera con fórmula dosveces consecutivas por día, durante tres días, en ellaboratorio.

Durante los tres días que duró el ensayo, se les administróuna de tres fórmulas con cada primera comida: la fórmula comúnde leche vacuna; la misma fórmula con glutamato agregado, o lafórmula hidrolizada, que contiene proteína de leche predigerida.

El equipo de Beauchamp permitió que los niños bebieranformula en la primera comida hasta dar señales de saciedad.Cuando los bebés volvían a sentir hambre, se les daba la segundacomida con fórmula de leche vacuna.

Los padres alimentaban a sus bebés al ritmo de costumbre:comenzaban y terminaban sólo cuando los bebés sentían hambre osaciedad a través de señales como chuparse la mano o separarsede la mamadera. Ninguno sabía qué formula recibían sus hijos.

En la primera comida, los bebés consumieronsignificativamente menos fórmula hidrolizada y de leche vacunacon glutamato que fórmula vacuna común. Esto hizo que losautores concluyeran que la fórmula no altera la autorregulaciónalimentaria de los bebés.

"Los padres ignoraban qué fórmula les administraban a sushijos, de modo que los bebés fueron los que controlaron lascantidades que consumían", explicó Beauchamp.

El intervalo entre la primera y la segunda comida no variósignificativamente según el tipo de fórmula consumida en laprimera comida. Los bebés alimentados primero con lafórmula hidrolizada o enriquecida con glutamato no compensaronla cantidad de la primera comida con la segunda comida.

Eso demuestra que los bebés estaban satisfechos con las dosfórmulas ricas en aminoácidos a pesar de haber consumido unaporción menor, según opinó el autor.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos yAjinomoto Inc, que produce aminoácidos, financiaron el estudio,aunque ninguno participó de la investigación o la redacción delartículo final.

"El glutamato adicional controlaría el apetito del bebé",opinó el doctor Ian Holzman, neonatólogo de la Facultad deMedicina de Mount Sinai.

Aunque la leche materna sigue siendo el mejor alimento paralos bebés, el experto -que no participó del estudio- explicó quealgunos niños no pueden consumirla por distintas cuestionesmédicas o sociales.

En esos casos, el estudio sugiere que agregarle glutamato ala fórmula infantil podría "acercarla mucho más a la lechematerna", dijo Holzman.

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, abril del2012

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