El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Gendarmería francesa desarrollaron la pasada semana una operación contra el tráfico de personas y la explotación sexual, al desarticular una red que operaba de forma simultánea en Francia y España. A consecuencia del operativo, 20 mujeres que eran forzadas a prostituirse han quedado liberadas.

La investigación arrancó en marzo, cuando la Oficina Central para la Represión del Tráfico de Seres Humanos de la Policía francesa notificó al CNP que llevaba tiempo investigando a un grupo organizado de origen albano y que tenían indicios de que la cúpula de la trama se había instalado en España al sentirse vigilada. Las pesquisas del CNP situaron a los responsables de la red en Miami-Platja (Tarragona).

La operación Moza acaba con un peligroso grupo de proxenetas

La colaboración entre ambos cuerpos permitió descubrir que los cabecillas de este grupo habían situado en esta población su base logística, desde donde explotaban sexualmente a varias mujeres, obligadas a prostituirse en la Nacional 340. Desde allí dirigían también la rama francesa de su organización. Para no levantar sospechas, la organización criminal usaba al menos cuatro domicilios, cada uno para uno de los proxenetas, que convivían con sus víctimas. Además, los detenidos adoptaban rigurosas medidas de seguridad para no ser detectados.

Las medidas de contravigilancia que adoptaban los miembros del grupo dificultaron el trabajo del CNP. Sin embargo, se decidió realizar un golpe que fuentes policiales calificaron de 'excepcional' por el hecho de implicar la detención de los cuatro sospechosos en la terraza de un bar y a plena luz del día.

Uno de los arrestados declaró como testigo en un homicido en 2005

La vigilancia del grupo permitió descubrir que los mafiosos sólo se reunían 10 minutos cada día en un local de Miami-Platja. Con los datos facilitados por el CNP, el Tribunal de Grande Instance de París emitió una Comisión Rogatoria Internacional para simultanear detenciones y registros en Francia y España.

Los indicios aportados por la policía francesa en el sentido de que podían ir armados y tener experiencia militar hicieron que la operación recayera en los Grupos de Operaciones Especiales con subfusiles, un arma que sólo se utiliza en situaciones difíciles. La intervención policial se desarrolló sin contratiempos y se saldó con cuatro detenidos y tres registros. Simultáneamente, otros cuatro proxenetas fueron arrestados en París y Saint Mondé.

Uno de los arrestados ya fue interrogado en 2005 como testigo de un ajuste de cuentas en una gasolinera de Tarragona que se saldó con un fallecido. La operación Moza ha permitido liberar a una veintena de mujeres procedentes de países de Europa del Este, aunque la Policía sólo ha podido contactar con cuatro de ellas para que declararan ante el juez.

Desde el pasado año, el Plan de Lucha contra la Trata del Ministerio de Igualdad incluye medidas de sensibilización, de ayuda y protección a las víctimas, así como de refuerzo a la lucha policial contra el delito y de cooperación en los países de origen de las víctimas.