Este artículo se publicó hace 15 años.
Carlos Sorín ventila la dignidad de la vejez en "La ventana"
El cineasta argentino Carlos Sorín vuelve a desglosar la cotidianeidad minimalista de la Patagonia al abrir "La ventana", una película en la que ventila la dignidad de la vejez de un escritor, interpretado por el autor de "Volavérunt", el uruguayo Antonio "Taco" Larreta.
El realizador de "Bombón el perro" o "Historias mínimas" rehusó hoy, en la presentación de la película en Madrid, a definirse como "un cineasta de la tercera edad", sino como admirador de esa época en la que "el hombre es cada vez más débil y su relación con la realidad se hace más definitiva".
"La ventana" llega a las salas españolas este fin de semana tras ganar en 2008 el premio FIPRESCI en la Seminci de Valladolid, y es una nueva píldora de la "poética cotidiana" que rige su cine, explicó el director.
El protagonista de la película, Antonio, es un escritor de 86 años que se enfrenta postrado en la cama al fin de su periplo vital, acompañado de dos criadas, un piano desafinado y la ventana.
"Una de las cosas más humillantes de la vejez es la complacencia con la que te tratan los demás, como si uno fuera un nene", reflexionó. Y en ese ambiente de lucha por la dignidad, la película establece un duelo por ver quién llega antes: si la muerte o su único hijo, al que hace muchos años que no ve.
En esa espera, Sorín, una vez más, comienza a desglosar la nada y a nutrirla de reflexiones sobre la condición humana. "El hombre es necesariamente un perdedor respecto a la muerte", explica, "pero esta batalla perdida tiene también su belleza".
"Antonio es un viejo cabrón muy arrogante que trata de negar su situación, desafía su propio físico y, por ser tan arrogante y cabrón no puede decirle a su hijo que le tiene afecto", resumió.
Efectivamente, el realizador argentino, en su sexta película, vuelve a dejar en un plano secundario a la palabra.
"En mis películas siempre es más eficaz el lenguaje gestual que el textual. Están hechas de silencios y objetos. Las palabras son accesorias. El gran fuerte del cine es el gesto, porque es la zona a la que la literatura no puede llegar", argumentó.
"El cine argentino durante muchos años era muy didáctico, tenía que explicarlo todo y, para mí, eso indica un desprecio hacia el espectador", sentenció.
Pero en esta ocasión, resulta todavía más llamativa la parquedad de sus diálogos teniendo en cuenta que eligió como protagonista a un escritor, Antonio "Taco" Larreta, ganador del Premio Planeta en 1980 por "Volavérunt" y guionista de títulos como "Los santos inocentes", de Mario Camus, o "Juana la Loca", de Vicente Aranda.
"Siempre busco actores que no sean actores, y para ello busco personas que sean muy parecidas a los personajes", por lo que Sorín reconoció que Larreta aportó "más orgullo" y "más dignidad" a la película.
Asimismo, respeta el nombre de sus actores para los personajes principales: María del Carmen Jiménez y Emilse Roldán dan su nombre a las dos criadas, al igual que el protagonista. Además, Arturo Goetz, interpretando al médico, y Jorge Díez, como el hijo del escritor, completan el reparto.
Pero pese a su carácter eminentemente visual y contemplativo, desde "La ventana" se ve un amplio paisaje de referencias literarias: Antón Chéjov -"su mirada escéptica pero tierna y con humor zumbón", explicó Sorín-, Jorge Luis Bordes o a la novela "La invención de Morel"; de Adolfo Bioy Casares, mientras que en el guión intervino el joven escritor Pedro Maizal.
Y finalmente, cómo no, el protagonismo de la Patagonia. "La naturaleza es muy importante en la película, porque habla de ciclos que se acaban y que empiezan. Me interesaba para la película un entorno rural, porque conecta más con esa cosa esencial de las personas", concluyó.
Mateo Sancho Cardiel
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