El Grupo Caja Castilla-La Mancha ha concluido el primer semestre de este año con una pérdida después de impuestos de 138,45 millones de euros, frente a los 740,42 millones que perdió en todo 2008.

Según ha informado hoy CCM en un comunicado de prensa, las condiciones operativas del Grupo han mejorado "notablemente" al cierre del primer semestre gracias a los planes de gestión puestos en marcha por la nueva dirección general tras la intervención por el Banco de España a finales de marzo.

La Caja atribuye este descenso de las pérdidas a la política de máxima prudencia y de saneamiento de la cartera crediticia, en un entorno económico sumamente difícil.

Añade que la confianza demostrada por los clientes ha permitido revertir la fuerte caída de recursos ajenos producida durante los cuatro primeros meses del año.

El nivel de depósitos es ahora similar al existente antes de la intervención de la entidad y el objetivo es superar al término del ejercicio el nivel de finales del año anterior, para así estabilizar la posición de liquidez del Grupo.

CCM señala también que durante el comienzo del segundo semestre del año se han recogido los primeros frutos del Plan Recupera, dirigido a la recuperación de operaciones dudosas, que ha permitido reducir significativamente el nivel de morosidad.

El objetivo es mantener los niveles de recuperación y frenar la aparición de nuevas operaciones dudosas, lo que tendría un efecto directo en la cuenta de resultados, principalmente por la vía de unas menores dotaciones.

Por otra parte, CCM ha explicado que se encuentra en pleno proceso de reestructuración operativa y comercial, y ya se han cerrado 42 oficinas, con el objetivo de optimizar la rentabilidad de la red comercial.

Los planes de racionalización y mejora de procesos y gestión de personal están produciendo los primeros resultados, con reducciones de los gastos de administración por encima del 3 por ciento.