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Cuarenta años después, la masacre de México sigue sin respuesta

Reuters

A 40 años de la matanza de Tlatelolco, uno de los hechos más dolorosos de la historia reciente de México, el país aún espera respuesta acerca del asesinato de al menos 44 estudiantes a manos del Gobierno en un caso emblemático de los fallos de su sistema de justicia.

El 2 de octubre de 1968, soldados y policías dispararon contra una multitud de estudiantes, trabajadores e incluso amas de casa, que participaban en un mítin en la plaza de Tlatelolco, un enorme recinto de edificios de apartamentos en el corazón de Ciudad de México.

Los soldados incluso masacraron a los estudiantes que huyeron hasta los edificios aledaños.

poco antes del inicio de los Juegos Olímpicos de México -, murieron 44 personas. Pero según los supervivientes, familiares y organizaciones civiles, la cifra de víctimas llegó por lo menos a 300.

Durante años, muchos de los mexicanos que estuvieron presentes ese día en Tlatelolco han exigido justicia y castigo a los culpables, pero los gobernantes y otros funcionarios a los que se señalan como culpables han muerto casi todos.

Los más jóvenes que han conocido de la matanza a través de documentales, libros, fotos, periódicos y relatos de familiares, opinan que más que justicia, es necesario esclarecer lo que realmente pasó en uno de los acontecimientos de los que más literatura no oficial existe en México.

"Los culpables ya murieron, la justicia ya pasó. Ahora sería necesario saber exactamente qué pasó para que las generaciones futuras sepan el motivo de eso, de por qué se ha dicho tanto", dijo Noemí Peña, empleada de una cafetería de 30 años.

"Queda la incertidumbre de quién ordenó ir a matar a los estudiantes, de qué fue lo que pasó. Quizás si nos hubiera tocado a nosotros se nos haría algo increíble", dijo Laura Valdez, graduada en informática y quien dice que dos tíos suyos estuvieron presentes ese día en Tlatelolco.

SIN CASTIGO NI CULPABLES

El ex presidente Vicente Fox, que gobernó México de 2000 a 2006, creó una fiscalía especial para delitos del pasado que pretendía esclarecer lo ocurrido aquel 2 de octubre y castigar a los culpables.

Durante los años que duraron las investigaciones, fueron muriendo varios funcionarios y jefes militares de esos años, pero se logró prisión domiciliaria para el ex presidente Luis Echeverría, quien era alcalde de la Ciudad de México entonces.

"No pido perdón a nadie", dijo Echeverría, de 86 años, sobre lo ocurrido hace 40 años durante una serie de entrevistas al periodista Rogelio Cárdenas, recopiladas en un libro recién publicado.

Echeverría nunca ha reconocido responsabilidad alguna en la matanza y en otro asesinato de estudiantes a manos del Estado en 1971, cuando ya era presidente.

Amnistía Internacional pidió al actual presidente, Felipe Calderón, que dé respuesta a "una de las matanzas más atroces de la historia de México". Él no se ha referido al tema durante su Gobierno y el jueves no lo mencionó en alguno de sus discursos.

Desde que asumió el poder en diciembre de 2006, Calderón ha centrado sus fuerzas en el combate al narcotráfico, en medio de una ola de creciente violencia relacionada con los cárteles que ha dejado más de 3.000 personas muertas este año, entre ellas civiles e incluso niños.

"El hecho mismo de que sigan sin respuesta las preguntas básicas y a pesar de que supuestamente el régimen responsable de la matanza ya dejó de existir, dice mucho sobre la naturaleza del presente y, sobre todo, de la complicidad del régimen actual con el régimen responsable", dijo el reconocido historiador Lorenzo Meyer en una columna en el diario Reforma.

/Por Adriana Barrera/.*.

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