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Decenas de cadáveres siguen apareciendo en las calles de Mogadiscio

EFE

La capital somalí ha sido escenario hoy de bombardeos y tiroteos esporádicos, después de los fuertes combates registrados en los últimos días, mientras siguen apareciendo en las calles de la ciudad decenas de cadáveres.

Residentes de Mogadiscio y fuentes médicas calculan que las personas muertas desde el jueves pasado son 110, la mayoría por disparos de las fuerzas etíopes que invadieron este país a fines de diciembre pasado para expulsar a los milicianos islámicos.

Por lo menos veinte cadáveres aparecieron hoy en el área capitalina de Shirkole, confirmaron a Efe residentes del lugar, como colofón de una de las más duras batallas registradas desde hace meses en esta capital.

Los combates enfrentan a soldados etíopes y del Gobierno somalí, por un lado, y a rebeldes clandestinos que responden a los tribunales islámicos o a los clanes que se oponen a la presencia del Ejército de Etiopía en este país, por otro.

Entre los cuerpos sin vida hallados hoy se encontraban los de dos embarazadas, con heridas de disparos, y también los de tres ancianas.

"Vi a veinte personas a las que mataron las fuerzas etíopes", dijo a Efe Ali Hagi Islamil, residente en Shirkole.

"Diez de ellas murieron en un lugar y las otras diez por separado, pero lo peor fue la muerte de las dos embarazadas, que fueron asesinadas en su casa en frente de sus dos hijos", añadió.

Algunos de los cadáveres encontrados en los últimos dos días han aparecido decapitados, y vecinos de las áreas donde han sido hallados han responsabilizado de ello a los soldados etíopes.

Los combatientes rebeldes responden a una alianza de fuerzas que se oponen a la presencia de soldados etíopes y que fue creada en septiembre pasado en Asmara, la capital de Eritrea, viejo enemigo de Etiopía.

Los insurgentes mataron en los últimos días a más de quince soldados etíopes y algunos de los cadáveres fueron arrastrados por las calles de Mogadiscio, lo que desató la ira de los efectivos etíopes.

Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia vive sin que un gobierno haya logrado imponer su autoridad en el país, a merced de las luchas entre los distintos clanes.

Los fuertes combates de los últimos días y los tiroteos esporádicos de hoy han vuelto a generar un éxodo de miles de pobladores de los barrios de Mogadiscio más castigados.

Un médico voluntario del área de Hawa Abdi, Omar Osman, dijo a Efe que, si no se pone remedio, el país se enfrenta a una tragedia humanitaria a corto plazo.

"La gente está totalmente traumatizada. Están huyendo, tirando de sus hijos y abandonando sus casas y sus bienes", afirmó. "No tienen comida, abrigo ni agua", agregó.

Según el doctor, la crisis humanitaria que se avecina puede ser igual que la de comienzos de los años noventa, cuando el caos reinante en Somalia atrajo la atención mundial.

El pasado jueves, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, desaconsejó enviar una misión de "cascos azules" a Somalia y señaló que la comunidad internacional debería considerar "una coalición de voluntarios" para tratar de restaurar el orden en este país.

En un informe al Consejo de Seguridad, Ban consideró que despachar una fuerza de la ONU a esta nación, tal como solicitó el Gobierno somalí, no es "realista".

"Bajo las actuales condiciones políticas y de seguridad, considero que el despliegue de una operación de paz de Naciones Unidas no puede ser considerada una opción realista y viable", afirma el informe.

La Unión Africana se comprometió en febrero pasado a enviar a este país a un contingente de 8.000 soldados, pero hasta ahora sólo ha logrado reunir unos 1.700 efectivos, todos procedentes de Uganda y encargados de custodiar posiciones estratégicas.

La idea es que ese contingente de la Unión Africana reemplace a las tropas de Etiopía, cuyo Gobierno ha comenzado a retirar paulatinamente a los miles de soldados que invadieron este país en diciembre pasado.

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