Este artículo se publicó hace 14 años.
Descubierta una corriente oceánica profunda junto a la Antártida
Los científicos han descubierto una corriente oceánica profunda de rápido movimiento cerca de la Antártida que transporta un volumen de agua comparable al de 40 ríos Amazonas, lo que ayudará a los investigadores a supervisar el impacto del clima en los océanos del mundo.
Un equipo de científicos australianos y japoneses, en un estudio publicado en la edición del domingo de Nature Geoscience, halló que la corriente es una parte clave de un patrón de circulación oceánico mundial que ayuda al control del cambio climático.
Los científicos habían detectado previamente pruebas de la existencia de la corriente, pero no tenían datos.
"No sabíamos si era una parte significativa de la corriente o no, y esto muestra claramente que lo es", dijo uno de los autores, Steve Rintoul, a Reuters.
Rintoul, del Antarctic Climate and Ecosystems Cooperative Research Centre en Hobart, dijo que se trataba de la corriente profunda más rápida hallada hasta ahora, con una velocidad media de 20 cm por segundo. También se descubrió que llevaba más de 12 millones de metros cúbicos por segundo de agua salada muy fría procedente de la Antártida.
"A estas profundidades, a tres kilómetros de la superficie, se encuentran las velocidades más fuertes registradas hasta ahora, lo que realmente ha sido una sorpresa para nosotros", añadió.
Dijo que la corriente porta agua densa, rica en oxígeno, que se hunde cerca de la Antártida hasta las profundas cuencas oceánicas de más al norte, en torno a la Meseta Kerguelen, en el sur del océano Índico, y luego se bifurca.
CADENA DE TRANSMISIÓN MUNDIAL
La corriente forma parte de una red mucho mayor que se extiende por los océanos del mundo, actuando como una cadena de transmisión que distribuye el calor por todo el planeta.
Los océanos son también un importante almacén para el dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero que es emitido de forma natural y por el hombre, principalmente a través de la quema de combustibles fósiles.
Por ejemplo, la Corriente del Golfo lleva agua cálida al Atlántico Norte, dando al norte de Europa un clima relativamente templado. Un fallo en esta corriente, lo que ha ocurrido en el pasado, congelaría algunas zonas de Europa, dijeron los científicos.
"La corriente profunda a lo largo de la Meseta Kerguelen forma parte de un sistema global de corrientes oceánicas (...) que determina el calor y el carbono que el océano puede absorber", dijo Rintoul.
Una parte fundamental de la corriente es la creación de grandes volúmenes de agua salada y muy fría en varias zonas a lo largo de la costa antártica que luego se hunde hasta el fondo y fluye hasta otra cuenta oceánica.
El equipo desplegó aparatos medidores anclados a profundidades de hasta 4,5 kilómetros y registró la velocidad, la temperatura y la salinidad de la corriente durante un período de dos años.
"La medición continua nos permite, por primera vez, determinar cuánta agua lleva la corriente profunda hacia el norte", dijo Rintoul.
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