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El Diálogo Social avanza hacia un pacto "limitado"

Gobierno, patronal y sindicatos llevan dos meses de reuniones con escasos resultados

B. CARREÑO

Hace algo más de un año, el 7 de marzo de 2009, el Gobierno aprobó un decreto con un paquete de medidas para el fomento del empleo. Aquel texto ponía letra al desencuentro de los agentes sociales que, por primera vez bajo el mandato del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, no eran capaces de llegar a un acuerdo en el Diálogo Social, forzando al Gobierno a poner en marcha las medidas por su cuenta y riesgo.

Doce meses después, el nuevo proceso de negociación dista mucho de estar encarrilado, con el agravante de que, durante este lapso de tiempo, los agentes sociales se reunieron con el Gobierno una vez más, en el verano, con el resultado de una estrepitosa ruptura de las negociaciones.

La lucha contra el paro juvenil es la principal fuente de consenso

Aunque el Gobierno retomó esta tercera oportunidad de pacto con renovados bríos, de momento apenas hay avances en la concertación el texto que se discute ahora se presentó el 5 de febrero y el tiempo corre en contra del calendario que se había marcado la Moncloa, que pretendía cerrar un gran acuerdo global para abril. 'El Gobierno es el que administra los tiempos porque él mismo se los ha fijado. Es un error, hay temas que no se pueden debatir contrarreloj', asegura una de las partes negociadoras.

Y es que en la apretada agenda del Gobierno han confluido estas semanas la recta final de la negociación política de los Pactos de Zurbano y la necesidad de dar un empuje a la concertación social. En un principio, el Ejecutivo había anunciado a los agentes sociales que les entregaría un nuevo 'papel' con propuestas el próximo 12 de abril. Sin embargo, la petición de los interlocutores sociales de distanciar un posible acuerdo del pacto político anticrisis pone en entredicho esta fecha, ya que estará muy próxima a la de la aprobación del decreto con medidas que negocian los partidos.

En cualquier caso, el documento será menos ambicioso que el anterior, según fuentes gubernamentales, y es previsible que el acuerdo que pueda alcanzarse sea 'más limitado'.

Esta vez no hay una propuesta de recorte de cuotas sobre la mesa

El principal escollo sigue siendo el espinoso asunto de los modelos de contratación, ligado a la rebaja en las indemnizaciones por despido. La propuesta del Gobierno abrió la caja de Pandora al intentar buscar las causas de la sobreutilización de los despidos improcedentes (los más caros) y la escasa extensión del contrato con indemnización de 33 días y del despido objetivo con 20 días.

Los sindicatos aseguran que la indefinición del Gobierno en ese terreno dificulta los campos de reflexión. En cualquier caso, piden más tiempo para tratar este tema, que no debería necesariamente aprobarse en abril. 'Lo más apropiado sería dar luz verde a las medidas más urgentes. El empleo juvenil, las bonificaciones a la contratación o el contrato alemán, y que pudiéramos discutir con calma, con el horizonte del verano, el tema de la contratación', asegura otro de los negociadores.

La ambición de la Moncloa por lograr un gran 'acuerdo global' impide este modelo de negociación. El Ministerio de Trabajo sí consideró, en un primer momento, que era mejor ir dando salida a los acuerdos conforme se iba consiguiendo el apoyo, pero finalmente se ha marcado como objetivo aprobar lo que el Gobierno quiere llamar 'una reforma laboral'.

El otro bache en el camino de las negociaciones es el planteamiento por parte de la patronal de lo que el Gobierno considera propuestas 'inasumibles'. Entre ellas está la rebaja de las cotizaciones, una cuestión que por ahora no está sobre la mesa. El verano pasado, Trabajo ofreció más de un punto de recorte en las cuotas empresariales, pero la patronal lo rechazó y ya no ha vuelto a conseguir concesiones en esta materia.

La desafortunada propuesta del director de relaciones laborales de la CEOE, José de la Cavada, de un modelo de contrato basura para los jóvenes ha sido hasta ahora uno de los momentos más tensos de esta última etapa del Diálogo Social. Sin embargo, los negociadores aseguran que es precisamente en las medidas destinadas a luchar contra el paro juvenil donde la mesa de diálogo ha logrado un mayor consenso. Así, Gobierno, patronal y sindicatos están de acuerdo en que los contratos de formación tienen que mejorar en protección social, permitiendo a los jóvenes que los disfruten cotizar por desempleo.

También se aboga por que la formación sea gratis para los empleados y que se bonifique el cambio a la contratación indefinida. Otros puntos siguen provocando fuertes roces entre los interlocutores, como el contrato a tiempo parcial sin horario establecido o la entrada de las empresas de trabajo temporal en los Servicios Públicos de Empleo.

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