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División de los socios de la UE sobre la nueva tasa a la banca

Salgado contempla incorporar su recaudación en los Presupuestos, si se acaba aprobando en Europa

DANIEL BASTEIRO

A dos meses de la próxima reunión del G-20, la Unión Europea constató ayer su división interna sobre nuevas tasas a los bancos. Los ministros de Finanzas de los 27 discutieron ayer por primera vez la creación de nuevas tasas, apoyadas por la opinión pública como contraprestación al 13% del PIB europeo movilizado para rescatar a las entidades bancarias incluyendo recapitalizaciones o garantías . El sector financiero es contrario a ningún impuesto adicional y protagonizó una caída colectiva en los mercados que arrastró las bolsas europeas. (Ver información adjunta).

El debate europeo encalla principalmente en el modelo de tasa y el uso de lo que se recaude. La Comisión Europea define tres tipos: un gravamen que se destine a crear fondos con recursos para evitar grandes desembolsos públicos en caso de crisis económica, una tasa que grave todas las transacciones económicas y otra sobre las activos del banco. El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, es partidario de crear fondos de resolución de crisis, algo a lo que se opone un grupo de países liderado por Reino Unido, que ya ha anunciado que la tasa creada en su país contribuirá a engordar los presupuestos.

La UE revisará los presupuestos antes que los parlamentos nacionales

Alemania, por su parte, defiende la creación de un fondo y además una tasa sobre todas las transacciones financieras. Esta última es rechazada por un buen número de países, incluyendo a Reino Unido y a España, que advierten de la dificultad a la hora de aplicarla si no se consigue en el ,hoy improbable, consenso en el G-20.

En todo caso, Elena Salgado recordó que España ya cuenta con un Fondo de Garantía de Depósitos nutrido por la banca, por lo que la recaudación de un nuevo impuesto sería complementaria y estaría en 'la banda baja' de lo que Bruselas estima que podría recaudar. Eso sí, 'se pueden dedicar perfectamente esos fondos al presupuesto mientras no sea necesario utilizarlos', añadió.

Los ministros bloquean el endurecimiento del Pacto de Estabilidad

Por otra parte, los 27 aprobaron la revisión a nivel europeo de las líneas maestras de los presupuestos antes de que los parlamentos nacionales pacten la letra pequeña. Este nuevo mecanismo, conocido como el 'semestre europeo', entrará en vigor el año que viene para supervisar en paralelo las políticas presupuestarias de todos los Estados.

La UE hará recomendaciones en marzo a todos los países, identificando los principales retos económicos para que las capitales presenten en abril un informe con sus perspectivas económicas y sus políticas en temas como el empleo o la inclusión social. Los presupuestos de 2012 se someterán ya a esta vigilancia reforzada.

Esta idea podría ser la única de un conjunto de encargos hechos a principios de año que toma finalmente forma. Una reunión del grupo de trabajo que concluyó a última hora del lunes constató el bloqueo en torno al endurecimiento del Pacto de Estabilidad con sanciones más duras y una supervisión exhaustiva de los niveles de deuda.

La bolsa española fue ayer la más castigada de las europeas, tras la reactivación de los temores sobre el impacto que la deuda soberana puede tener en los balances de la banca. El Ibex 35 cayó un 1,35%, hasta los 10.479 puntos con Bankinter como el valor más bajista, con pérdidas cercanas al 4%.

El fuego vendedor lo azuzó la publicación del periódico económico ‘The Wall Street Journal' de un reportaje en el que, como ya hiciera durante el verano, volvió a sembrar dudas sobre la validez de los test de solvencia de la banca europeas. El diario estadounidense criticó que los bancos no hayan incluido adecuadamente su exposición a la deuda pública europea.

El miedo volvió a los mercados disparando los diferenciales de riesgos de los países periféricos del euro y los seguros de cobertura de impago (CDS) de los mismos. Los políticos europeos se encargaron de añadir más combustible a la tendencia vendedora tras anunciar una nueva supervisión financiera y un posible impuesto a la banca.

El impacto de las dudas europeas también contagió a Wall Street que, después del festivo del lunes, cayó un 1,03. P. B.  

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