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Las eléctricas tienen margen para compensar el cierre de Garoña

La solución pasaría por repotenciar el resto de centrales, aunque es un proceso caro y lento

ANTONIO MUÑOZ VÉLEZ

Encarrilada la solución al problema del déficit de tarifa (el desfase entre ingresos y costes del sector), el gran caballo de batalla de las eléctricas es mantener la aportación de sus centrales nucleares. Ayer, lo volvió a pedir en una comparecencia a puerta cerrada en el Senado el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Lo que no dijo Galán es que ese objetivo podría lograrse aunque el Gobierno decidiera el mes que viene cerrar la central de Garoña, una hipótesis que, a buen seguro, horroriza a los gestores de Iberdrola, empresa propietaria de la planta junto con Endesa. Con 466 megavatios (MW) instalados, Garoña es la central nuclear más pequeña de las que funcionan en España. Si se clausurara, esos MW podrían compensarse mediante aumentos de potencia de los otros siete grupos nucleares.

Según el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), las centrales nucleares tienen un margen de mejora de su rendimiento de entre el 12% y el 20% respecto a su diseño inicial en función del tipo de planta (hay diferentes tecnologías).

Hasta ahora, sólo se ha cubierto en torno a un 9,2% mediante sucesivas mejoras. La planta que más podría aumentar su rendimiento mediante repotenciaciones (upgrading, en la jerga del sector) es la de Trillo, la más moderna (se inauguró en 1987) y perteneciente a Endesa, Iberdrola, y la portuguesa EDP. Podría sumar del orden de 180 MW más, lo que supera la aportación de la central de Zorita, clausurada en 2006.

El físico nuclear Manuel Fernández Ordóñez señala que compensar la eventual pérdida de Garoña con aumentos de potencia es 'técnicamente viable, pero muy caro. Además, si a las eléctricas les van a cerrar las centrales, no les va a compensar'. En el sector se cree que, más que por su aportación al sistema eléctrico, la decisión de cerrar Garoña o prorrogar su licencia otros diez años será crucial para el futuro nuclear, ya que obligará al Gobierno a definirse claramente en esta materia.

Miguel Duvisón, director de Operación de Red Eléctrica de España, gestora de la red, es escéptico respecto a las repotenciaciones: 'No es algo que se haga de un mes para otro. Lleva bastante tiempo, meses, aunque depende de qué tipo de mejora se aborde', señala. En su opinión, la eventual pérdida de Garoña 'no podría compensarse de inmediato', elevaría el precio de la luz (el coste de operación de esta central, ya amortizada, es muy bajo) y reduciría los intercambios de electricidad con Francia.

'Su cierre supondría un claro perjuicio en términos económicos y de operación', resume Duvisón, que insta a 'no mitificar' el exceso de centrales (no sólo nucleares) de España. 'Es cierto que con la crisis, la demanda ha caído, pero hay que estar listos para cuando se recupere'.

Un upgrading puede hacerse por varias vías: aumentando la potencia térmica que genera el combustible en el núcleo, u optimizando el rendimiento del ciclo termodinámico en la parte convencional de la planta con la mejora de los generadores de vapor, la turbina, el anternador o los sistemas de instrumentación y control.

Los ocho reactores nucleares en operación han sido actualizados 26 veces desde 1988. La última, en 2003, en Ascó I. La próxima se hará en la central de Almaraz, propiedad de Iberdrola, Unión Fenosa y Endesa (véase apoyo).

Iberdrola, la primera eléctrica española, ha pedido permiso al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para incrementar en 120 megavatios (MW) la potencia de los dos grupos de la central de Almaraz, de la que es el primer accionista, con el 53%. La solicitud, que previsiblemente será aceptada, está pendiente de resolverse, según el CSN.
Esos 120 MW suponen un incremento del 6% respecto a la potencia actual de esos dos reactores, que han tenido otros dos ‘upgrading’. Se añadirán 60 MW a uno de los grupos este año y otros 60 MW, el próximo.

El resto de las eléctricas no tienen planes similares para los otros seis reactores en activo. Iberdrola, tampoco: “No existe ningún otro proyecto de aumento de potencia en curso, si bien se siguen haciendo estudios de viabilidad sobre distintas posibilidades de aumento de potencia en otras centrales nucleares a más largo plazo”, señala la eléctrica en un documento colgado en su web.

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