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Una gran retrospectiva de Giger, creador de Alien, toma tierra en San Sebastián

EFE

Treinta años después del estreno en el cine de Alien, el diseñador de la criatura, Hans Ruedi Giger, toma tierra en San Sebastián con su mayor retrospectiva de los últimos años, en la que más de cien obras abren la puerta de un universo "biomecánico" de sueños, pesadillas, monstruos y fantasía.

La muestra del artista suizo, uno de los padres de la síntesis entre lo humano y lo tecnológico que ha definido la imaginería de la ciencia-ficción en las últimas décadas, permanecerá abierta desde mañana hasta el 6 de enero de 2010 en la sala Kubo Kutxa, en donde podrá contemplarse la cabeza original del famoso alienígena.

Giger, nacido en Chur (Suiza) en 1940, obtuvo el reconocimiento internacional por su aportación a la película "Alien, el octavo pasajero", del director Ridley Scott, en la que dio forma al malvado extraterrestre y a algunos escenarios del filme, a partir de la serie de dibujos que había reunido en la obra "Necronom V".

Sin formación artística e influenciado por el surrealismo, Giger ha afirmado en una rueda de prensa que "fue fácil" transformar las imágenes de "Necronom V" en Alien porque sus colaboradores veían el libro como una "biblia", aunque ha reconocido que dejó el cine por sentirse avergonzado de otras películas en las que colaboró, como "Species".

A este respecto, Giger ha lamentado que siempre se le haya mirado con un "ojo crítico", sobre todo en su país, por sus colaboraciones cinematográficas, punto en el que ha coincidido con el comisario de la exposición, Carlos Arenas, quien ha asegurado que esa infravaloración tiene su contrapunto en los círculos de la cultura popular, que lo clasifican como un "autor de culto".

La bomba atómica, la destrucción del medio ambiente, la superpoblación mundial, el nacimiento, el acto sexual y la simbiosis entre lo humano y la máquina son algunos de los temas abordados por Giger, que, en palabras de Arenas, ha sido un "visionario" en la creación de monstruos y "ciborgs".

Entre las 106 obras que se pueden observar en la muestra destacan la cabeza original de Alien, así como parte del oscuro mobiliario que Giger diseñó para la casa de Harkonnen, en el intento de Ridley Scott de llevar a la gran pantalla "Dune" a principio de los años ochenta.

Una réplica completa del cuerpo del "octavo pasajero", un humanoide con una súper 8 y una grabadora magnetofónica integradas en el cuerpo, y algunas de las últimas esculturas realizadas por el artista, que desde la pasada década se dedica casi en exclusiva al museo sobre su obra en Suiza, forman parte de la exposición.

Junto a estas piezas se ha expuesto una serie de dibujos a tinta y óleos de la primera etapa de Giger, así como numerosas pinturas con aerógrafo, técnica que desde 1972 ha marcado decisivamente su trayectoria porque le permitió dibujar su universo imaginado "con un revólver, disparar el arte".

En estas últimas, Giger aporta a su mundo ciertas dosis de ocultismo, magia y esoterismo, y lo puebla de seres fantasmales y diabólicos representados con formas y figuras "biomecánicas".

La serie sobre Nueva York, en la que aparece un torso humano cubierto de cables y maquinarias, anticipa los imágenes de "ciborgs" y destaca por el uso de plantillas que dan a la obra un aire más futurista e industrial, que se ha explotado en películas como Terminator y Robocop, y ha dado el salto a otros ámbitos como la arquitectura y portadas de discos de rock, ha comentado Arenas.

La visita se completa con dos vídeos sobre el museo de Giger y el rodaje de Alien, "el monstruo que devoró al propio artista".

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