Este artículo se publicó hace 15 años.
H1N1. La hora de llamar a la calma
Expertos cuestionan el alarmismo ante la gripe A
A finales de abril nadie hubiera esperado ver en la portada de un diario una información sobre salud. Pero el 25 de abril la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, anunciaba un nuevo virus que se traducía en una "emergencia sanitaria mundial". Sólo cuatro días después, se decretaba una fase prepandémica que, el 11 de junio, se convertía en la primera pandemia del siglo XXI.
La OMS alertaba sobre una grave amenaza sanitaria. El principal temor residía en que el virus que causaba una enfermedad leve y con poca tasa de mortalidad mutara cuando llegara el frío.
Aunque ese peligro sigue presente, entre los expertos se empieza a notar un cierto hastío ante el alarmismo generado. El mismo que ha llevado al Gobierno a adquirir tres veces más vacunas las necesarias para el 60% de la población que las necesarias. O a adquirir antivirales recomendados sólo para casos graves para casi 16 millones de personas.
El primer síntoma de este cansancio lo dio a mediados de semana el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, que criticó "la alarma exagerada" en torno a la nueva gripe. La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, reconocía al día siguiente que quizás se estuviera "exagerando un poco".
Un grupo de médicos y pediatras de atención primaria ha lanzado también esta misma semana el blog Gripe A: ante todo mucha calma en el que han colgado un manifiesto en el mismo sentido. ¿Qué motiva este cambio de actitud?
El 11 de junio se declaró la primera pandemia del siglo XXI
Para el creador de la iniciativa, el facultativo Rafael Bravo, ésta vino a raíz de que el verano y su correspondiente invierno austral, en el que el virus no mutó y donde no se registro ninguna catástrofe sanitaria no tranquilizó a la población. "La gente venía asustada y en las noticias se estaba formando una bola de nieve", comenta.
Bravo, como también dijo Rodríguez Sendín, cree que sí hay intereses detrás de este alarmismo. "Sin caer en la teoría de la conspiración, el hecho es que ya está demostrado que la industria influye en la generación de enfermedades", apunta. Este profesional cree que el único problema que puede traer el otoño con respecto a esta gripe es la saturación de los servicios sanitarios porque la gente acuda "presa del pánico".
Un estudio afirma que la OMS actúa bajo el peor escenario posible
La revista British Medical Journal se hizo ayer eco de un estudio sobre la respuesta de la OMS a las amenazas de pandemia. Para el autor, del Massachusetts Institute of Technology, el problema reside en que este organismo sólo tiene en cuenta, a la hora de hacer sus planes, "el peor escenario posible". "Esto hace que se tomen medidas que pueden ser percibidas como alarmistas, restrictivas en exceso e incluso injustificadas", señala el informe.
Desde la OMS se defienden de las acusaciones de alarmismo. Su portavoz Gregory Hartl explicó ayer a este diario que "es mejor estar preparado que no" y que si finalmente "no sucede nada", al menos se habrán dispuesto los recursos necesarios. Hartl reconoce también que es natural "tener una reacción exagerada al principio" que define como "reacción de ajuste" "Hemos hecho bien", concluye.
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