El delantero francés del Barcelona Thierry Henry logró hoy su primer gol en Liga en el Camp Nou ante el Almería (2-0), un tanto que le rehabilita ante la afición y el entorno del club después de una semana de debate sobre su rendimiento en las últimas jornadas.

Tras el empate ante el Rangers en Glasgow (0-0), buena parte de las críticas se centraron en el juego de Henry. Fuera de foco, el francés no conectó con el resto del equipo, ni en el empate de Ibrox ni en la derrota ante el Villarreal (3-1), y el entorno comenzó a cuestionar incluso la idoneidad de su fichaje.

Pese a las críticas, el ex delantero del Arsenal repitió titularidad ante el Almería. Ocupó el puesto de teórico 'nueve' durante la primera parte, aunque, como el resto del conjunto azulgrana, fue presa del sistema defensivo tejido por el técnico visitante, Unai Emery. Pero a la media hora de juego, Henry rompió el empate.

Lo hizo al culminar un contragolpe de Giovani, empujando a la red un balón perdido tras un rechace de Cobeño, en un posible fuera de juego. Y su celebración reflejó que no era un gol cualquiera: fue su cuarto tanto en el campeonato, pero el primero en casa. Y el primero después de las críticas.

Corrió hacia el banderín de córner y se tiró, boca abajo, en el césped del Camp Nou. Se quedó inmóvil, apenas un par de segundos, una imagen perfecta para los fotógrafos, antes de que sus compañeros se uniesen a él en la celebración.

"Tiene movimientos muy inteligentes, pero todo es cuestión de sensaciones, y él quiere tener la sensación de que participa y de que tienes oportunidades", reseñó el director deportivo del club, Aitor 'Txiki' Begiristain, cuestionado sobre el papel del francés en el juego del colectivo azulgrana.