Este artículo se publicó hace 15 años.
La Iglesia irlandesa ocultó los abusos a niños
La cúpula de la Iglesia católica en Dublín ocultó de manera obsesiva los numerosos casos de abusos sexuales a niños por parte de religiosos hasta mediados de la década de los 90, según un informe encargado por el Gobierno irlandés que se conoció el jueves.
En él aparecen estos ejemplos: Un sacerdote admitió haber abusado de más de 100 niños. Otro dijo que lo hacía cada dos semanas durante más de 25 años.
Todos los arzobispos que estuvieron a cargo de la archidiócesis en el periodo de 1975 a 2004 incluido en la investigación eran conscientes de algunas quejas y la archidiócesis se preocupó de proteger la reputación de la Iglesia por encima de la protección del bienestar de los niños, agregó el informe.
La Iglesia estuvo "obsesivamente" preocupada con mantener el secretismo y mantuvo una política de "no preguntar, no hablar" sobre los abusos.
"Desgraciadamente, puede ser que el papel predominante que la Iglesia ha desempeñado en la vida irlandesa sea la verdadera razón por la que se permitiera que los abusos por parte de una minoría de sus miembros pasaran sin control", afirmó.
El informe, que trata de mostrar cómo respondieron la Iglesia y el Estado a las acusaciones, dijo que una muestra representativa de 46 sacerdotes contra los que se presentaron denuncias dejó "sobradamente claro" que los abusos estaban extendidos.
Diarmuid Martin, arzobispo desde el final del periodo cubierto por el informe, dijo que intentar evitar un escándalo entonces causó irónicamente un horrible escándalo ahora.
"Esta diócesis es en la que nací", declaró en una rueda de prensa. "¿Cómo me siento cuando tengo que desvelar aquí ante vosotros las historias repugnantes de ataques sexuales y violaciones de muchos niños y adolescentes por parte de sacerdotes de la archidiócesis? Ninguna palabra de disculpa será suficiente nunca".
La investigación llega seis meses después de un informe con críticas similares y aún con detalles más descriptivos sobre el ahora desaparecido sistema de escuelas industriales y reformatorios dirigidos por la Iglesia durante décadas, en el que también se acusó a las autoridades, incluida la policía, de favorecer el encubrimiento.
"ASCO"
El ministro de Justicia, Dermot Ahern, admitió los errores de los organismos estatales y dijo a la prensa que sentía asco por lo ocurrido.
"Leo el informe como ministro de Justicia. Pero a nivel humano, como padre y miembro de esta comunidad, tengo un sentimiento creciente de asco e ira", afirmó.
"Asco por estos horribles actos malvados cometidos contra niños. Ira por cómo estos niños fueron tratados luego y cuántas veces los abusadores quedaron libres para abusar".
El trabajo para elaborar el estudio, que comenzó en 2006, fue completado hace meses pero la publicación fue retrasada hasta que el Tribunal Supremo dio su autorización la semana pasada, y algunos detalles debieron ser suprimidos debido a que podían poner en riesgo procedimientos penales.
Ahern dijo que los autores de los hechos deberían ser llevados ante la justicia. De la muestra de 46 sacerdotes incluidos en el informe, 11 ya han confesado los hechos o han sido condenados penalmente de ataques sexuales a niños.
Maeve Lewis, director del grupo de víctimas One in Four, dijo: "Pedimos al ministro de Justicia que amplíe las investigaciones a todas las archidiócesis del país".
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