El impacto de la crisis financiera seguirá dejándose notar durante los próximos meses en la evolución de la economía mundial y europea, según advirtieron hoy algunos de los principales líderes económicos reunidos en Bruselas.

El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, y el ministro español de Economía, Pedro Solbes, entre otros, pronosticaron tiempos difíciles de cara al futuro económico más inmediato.

Todos ellos participaron hoy en el foro económico anual que organiza la Comisión Europea (CE), llamado en principio a analizar los diez años de implantación del euro, y que sin embargo sirvió en gran medida para abordar la actual coyuntura.

"Varios trimestres" será lo que, al menos, habrá que esperar para que desaparezca la huella de las turbulencias financieras en la economía real a juicio de Strauss-Kahn.

El sucesor de Rodrigo Rato al frente del FMI consideró probable que lo peor de la crisis en los mercados financieros haya pasado ya, pero aseguró que su impacto seguirá afectando al consumo, las inversiones y la concesión de créditos.

"Esto es algo que aún vamos a ver. ¿Por cuanto tiempo? Los optimistas dicen hasta fin de este año; los pesimistas, hasta mediados de 2009. Nadie lo sabe exactamente. Pero quedan todavía varios trimestres por delante", auguró.

La Comisión Europea comparte esa opinión, aunque ve esperanzas de recuperación a más corto plazo.

Para Bruselas, el segundo trimestre del año será "el más difícil", mientras que a partir del tercero el crecimiento económico debería comenzar a recuperarse, al menos en Europa, según explicó hoy Almunia.

El análisis de la CE se mantiene firme a pesar de que el crecimiento en el primer trimestre, según los datos difundidos hoy por Eurostat, la oficina estadística comunitaria, es "mayor del esperado".

El PIB creció un 0,7 por ciento en la zona euro y en la UE durante el primer trimestre de 2008 con respecto al periodo anterior, impulsado fundamentalmente por las buenas cifras de Alemania (1,5 por ciento).

En el caso de España, el crecimiento fue del 0,3 por ciento, el dato previsto por Bruselas, que confirma la ralentización de la actividad económica.

"En España está habiendo una desaceleración fuerte del sector de la vivienda y eso influye en las cifras de crecimiento", recordó Almunia.

Solbes reconoció que el crecimiento español estará por debajo de su potencial durante los "próximos trimestres", después de que los "riesgos que veíamos hace unos meses se han materializado" y se han unido a los efectos de las turbulencias en los mercados financieros.

Tras ese periodo de enfriamiento, el vicepresidente segundo del Gobierno confía en que la economía española vuelva a crecer en una cifra cercana a su potencial, que estima en torno al 3 por ciento.

En lo referente al euro, protagonista del Foro Económico de Bruselas este año, tanto Almunia, como Solbes y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, destacaron su papel protector frente a la crisis.

Almunia aseguró que sin la moneda única, que "ha creado una gran zona de estabilidad macroeconómica", los países de la eurozona estarían sufriendo "mucho más" los efectos de las actuales turbulencias financieras.

Por su parte, Solbes aseguró que ante el "periodo complicado desde el punto de vista de los precios" que se vive actualmente, el euro "nos ha protegido de sufrir mayores aumentos" de la inflación.