Miles de tailandeses acudieron hoy al Palacio Real en Bangkok para saludar al monarca Bhumibol Adulyadej, quien abandonó en silla de ruedas el hospital donde se recuperaba de una infección pulmonar para celebrar su 82 cumpleaños.

Fuentes de la Casa Real aseguran que Adulyadej, el rey más longevo del mundo, se encuentra fuera de peligro, aunque su débil estado de salud le ha impedido pronunciar por segundo año consecutivo el tradicional discurso en la víspera de su aniversario.

Vestidos con camisetas rosas y amarillas, los súbditos, algunos visiblemente emocionados y con lágrimas en los ojos, vitorearon al monarca, que saludaba desde su silla de ruedas y acompañado por la reina Sirikit y sus cuatro hijos.

El jefe del Estado, aunque desprovisto formalmente de poderes por la Constitución, ejerce una notable influencia en el acontecer político y es tomado como un modelo a seguir por muchos tailandeses, que lo veneran casi como a una deidad.

La sucesión al trono es un tema de grave preocupación en Tailandia, que se encuentra profundamente dividida entre los partidarios y los detractores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto por una asonada en 2006 y actualmente huido de la Justicia tailandesa.

Sin embargo, los asuntos reales apenas son abordados en público debido a la estricta ley de lesa majestad, que prevé hasta 15 años de prisión para quien injurie a la Familia Real.

Un notable número de tailandeses ha acudido a diario al Hospital Siriraj de Bangkok desde que el soberano fue ingresado, el 19 de septiembre pasado, con fiebre alta, pérdida de sueño y falta de apetito.

Debido al frágil estado de salud del monarca, las autoridades cancelaron este año la mayoría de los actos conmemorativos por su 82 cumpleaños, incluido el desfile militar por las calles de la capital.

En 1995, Adulyadej fue sometido a dos operaciones quirúrgicas por problemas cardiovasculares, y desde entonces el monarca tiene a su alrededor un amplio equipo de médicos que vigila constantemente su salud.