Este artículo se publicó hace 17 años.
Moteros contra los guardarraíles ‘asesinos’
Exigen al Gobierno que cumpla su promesa de retirarlos
Por tercer año consecutivo en estas fechas cientos de moteros se concentraron ayer en 17 ciudades para reiterar su protesta contra los guardarraíles que los matan a miles "y el incumplimiento, de nuevo, de las promesas electorales para retirarlos", según dijeron en sus manifiestos.
Sólo hasta el 30 de noviembre, 408 motociclistas se dejaron la vida en el asfalto, y eso sin contar los que han fallecido en vías urbanas. Los datos de 2006 son claros sobre la peligrosidad de las motos: uno de cada cuatro muertos conducía motocicleta o ciclomotor.
A la protesta de Valladolid, la más numerosa, acudieron unos 2.000 conductores con sus motos. En Oviedo fueron 1.500. En Ciudad Real, a pesar de la nevada que cayó en la provincia, fueron 300. Todos ellos estaban convocados por la Plataforma Motera para la Seguridad Vial, encuadrada en Unión Motera, un cúmulo de asociaciones y motoclubs que reúne a 90.000 moteros de todas las comunidades.
En cada una de ellas se protestó contra los magros avances para la sustitución de los biondas quitamiedos (que evitan el deslizamiento del motero bajo el quitamiedos) y que separan las calzadas de las cunetas, una trampa "asesina" para los motoristas que chocan contra los postes que los sostienen. El 25% de los motociclistas fallecidos el año pasado lo hizo tras chocar contra estas protecciones.
Rubén Manteca, el presidente de la Plataforma, no ahorra críticas a las administraciones por "no aplicar su propia legislación". Un decreto de 1998 prohíbe la instalación e insta a la sustitución de los postes con forma de hache, los más mortíferos de los guardarraíles por ser más cortantes. "Pero siguen existiendo en muchas carreteras por la desidia del Gobierno. Es increíble que teniendo leyes que salvarían miles de vidas éstas no se apliquen", se queja Manteca.
La colocación de biondas dobles o el cubrimiento de los postes que los unen verticalmente al suelo con un material menos agresivo sigue siendo una anécdota en las carreteras. "En Valladolid sólo tenemos un par de kilómetros de biondas dobles", protesta Javier García, un portavoz de la Plataforma.
"Somos conscientes de que los moteros tenemos mala fama. Pero rechazamos a los malos como los demás. Queremos protección y no sólo represión, que es lo que propugna el nuevo plan del Gobierno", concluye Manteca.
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