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La petrolera Total pagará las indemnizaciones del "Erika" pero recurrirá la sentencia

EFE

La petrolera franco-belga Total anunció hoy que recurrirá la condena por la contaminación provocada por el hundimiento en 1999 del petrolero "Erika", pero que pagará los 192 millones de euros de indemnizaciones a los que le obligaba la sentencia.

En un comunicado, Total explicó que pagará las indemnizaciones a los afectados que lo acepten, pese a que apelará la sentencia que considera "injustificada" y contraria al objetivo que perseguía de mejorar la seguridad en el transporte marítimo.

La petrolera franco-belga fue condenada el pasado día 16, junto con el armador, el gestor y la sociedad de certificación de barcos Rina, a indemnizar con 192 millones de euros a los damnificados por la contaminación provocada por el "Erika", que se hundió frente a la costa atlántica francesa y manchó 400 kilómetros de playas.

La sentencia, que reconocía por primera vez en Francia la existencia de un perjuicio ecológico por daños al medio ambiente, abría la puerta al cobro de indemnizaciones a organizaciones ecologistas y administraciones territoriales, aunque el Estado francés fue el mayor beneficiario de la sentencia con 154 millones.

Total afirmó hoy que pagará esas indemnizaciones, para lo cual ha creado una estructura para que los pagos sean "inmediatos y definitivos, sea cual sea el resultado de la apelación".

Los 192 millones se sumarán, según Total, a los 200 millones que ya gastó en labores de limpieza de las costas, en el bombeo del fuel que quedaba en el barco y en el tratamiento de los deshechos recolectados.

El grupo recurrirá la sentencia porque no se considera responsable de la "falta de imprudencia" que le imputó el Tribunal Correccional de París.

"Total fue engañada por los certificados que no correspondían con la realidad del estado gravemente degradado de la estructura del navío", aseguró.

La petrolera considera que "como usuario del barco" no debía "reemplazar a la sociedad de control y clasificación, al armador y al Estado bajo cuyo pabellón" navegaba el "Erika", el maltés.

Además, considera que la sentencia, que pretende obligar a los usuarios de los barcos a controlar su estado, puede restar responsabilidad a los que tienen la experiencia y el deber de examinar los barcos.

El grupo recordó que emplea 150 petroleros cada día y que la seguridad de los mismos es "un reto" para el cual ha puesto en marcha reglas que son "probablemente las más estrictas de la profesión", en particular en lo que se refiere a la edad de los navíos y a la utilización de cascos dobles.

El "Erika", de pabellón maltés, naufragó a causa de una tempestad el 12 de diciembre de 1999 ante la costa bretona y vertió al mar 20.000 toneladas de fuel, que se transformaron en una de las mayores mareas negras que ha vivido Francia.

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