La portavoz del PP balear, Catalina Soler, ha anunciado hoy su dimisión por "falta de confianza en el partido", del que ha dicho que no comparte su "estrategia de comunicación"; aunque ha informado de que seguirá participando con el PP como militantes del partido y como miembro de la junta local.

Así lo ha explicado durante una rueda de prensa que se ha celebrado esta mañana en la sede del partido y en la que ha estado acompañada por el hasta ahora portavoz adjunto del PP, Carlos Simarro, quien a partir de este momento sustituirá a Soler en el cargo de portavoz.

La ex alcaldesa de Felanitx -que durante toda su comparecencia ha mostrado un evidente estado de emoción ya que, como ha indicado, "son muchos años trabajando para el partido- ha asegurado que su dimisión se produce "por coherencia" y "no para favorecer la estrategia política de ningún candidato insular".

Además, Soler ha negado "con total rotundidad" que dicha decisión se deba a su imputación en el llamado caso Caballistas, una causa cuyo juicio comenzará el 1 de diciembre en la que se le acusa de falsedad dentro de un entramado por el que el ex alcalde de Ses Salines Sebastià Vidal (PP) legalizó presuntamente varias edificaciones en terreno rústico.

La ex portavoz de los populares ha dicho que tiene "demasiada personalidad" como para entender que "cuando un afiliado tiene un problema se le ha de ayudar. Pero en estos momentos o no hay nadie que lo haga o no es así".

Soler, que ha indicado que a partir de este momento no volverá a hacer ningún tipo de declaración, ha indicado que "lo que no puede hacer un partido (refiriéndose al PP) es decirte lo que has de decir en una rueda de prensa y luego desmentir lo que se ha dicho, esto no tiene sentido".

En este orden de cosas la ex portavoz ha afirmado además que "todo" lo que ha dicho al frente del cargo de portavoz ha sido "por orden estricta de la dirección del partido" y ha seguido: "no me he inventado nada que se haya salido del guión".

Carlos Simarro por su parte ha comentado sentirse "contento por el nuevo reto" del que ha dicho "es un trabajo que requiere soportar mucha presión ya que el portavoz ha de ser capaz de explicar lo que se ha decido previamente por consenso".