Este artículo se publicó hace 16 años.
Los Príncipes presiden el funeral de Piñuel, que unió a los partidos en la despedida
Los Príncipes de Asturias han presidido hoy en Vitoria el funeral por el guardia civil asesinado ayer por ETA, Juan Manuel Piñuel, que ha sido despedido con la unidad de los partidos políticos en las concentraciones de condena.
Don Felipe y Doña Letizia han presidido el funeral por la última víctima de la banda terrorista, cuyos restos mortales salieron de la Catedral de Vitoria entre aplausos y vivas a la Guardia Civil.
Al son de la marcha fúnebre, el féretro, cubierto con la bandera de España y el tricornio de Juan Manuel, fue introducido en el templo a hombros de ocho guardias.
Detrás del féretro, María Victoria, la viuda del guardia civil asesinado, muy emocionada, junto a numerosos familiares.
Durante la misa, concelebrada por el obispo de Vitoria, Miguel Azurmendi y treinta sacerdotes, una persona ha gritado: "Juan Manuel, has muerto por ser español en una tierra en la que te puede costar la vida ser español. Gracias por tu sacrificio. Otros cogeremos la antorcha".
Este grito, en un momento de silencio después de la comunión, fue respondido con aplausos por algunos asistentes al funeral, al igual que los vivas a la Guardia Civil, más numerosos, cuando ya terminó el oficio religioso.
En la homilía, el obispo de Vitoria ha afirmado que "es de justicia condenar el atentado terrorista que ha segado la vida de Piñuel, condenar a sus autores materiales, así como a sus instigadores y colaboradores directos e indirectos".
También ha planteado "la serie cruel de preguntas que nos corroen por no encontrar respuesta válida: ¿Para qué ha servido este acto criminal? ¿Con estas acciones se sirve al bien del pueblo vasco? ¿Hasta cuándo va a durar entre nosotros la lacra del terrorismo?".
Al concluir el funeral, los Príncipes han dado el pésame a la viuda y al resto de familiares, con los que han tenido numerosos gestos de cercanía y cariño, y han sido despedidos con aplausos por las personas que se habían congregado a la entrada de la iglesia.
Una vez fuera del templo, el féretro fue llevado en avión a Málaga.
Han asistido a las honras fúnebres, entre otros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la ministra de Defensa, Carme Chacón, el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente del Senado, Javier Rojo, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe.
También ha habido representación de la Ertzaintza y de policías de otros países y una nutrida presencia de miembros de la Guardia Civil y de las Fuerzas Armadas.
Entre otros, han estado en el funeral el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, la portavoz del PP en la Cámara baja, Soraya Sáenz de Santamaría, y la presidenta de los "populares" vascos, María San Gil, y el coordinador de EB, Gaspar Llamazares.
Después de las honras fúnebres, se ha celebrado a las puertas del Parlamento Vasco, con la misma unidad de instituciones y partidos, una concentración de repulsa por el atentado terrorista.
Tras ella, sendos agentes de la Guardia Civil y de la Ertzaintza han depositado conjuntamente una corona de flores en honor a Piñuel en la escultura de las víctimas del terrorismo instalada a la entrada de la sede, en la que ha sido colocada una fotografía suya.
Después, ya en el interior del Parlamento, su presidenta, Izaskun Bilbao, ha leído una declaración de condena.
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