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El PSOE pacta sus planes a la baja con todos los grupos

Los socialistas retiran, ante la prisión de la izquierda y sindicatos, una enmienda que proponía la reforma del mercado laboral

LUIS CALVO

La geometría variable del PSOE se estiró ayer hasta casi romperse. Para sacar adelante sus quince propuestas de resolución del debate del estado de la nación, los socialistas pactaron a derecha e izquierda con todo el arco parlamentario. Lo consiguieron gracias, sobre todo, a los votos del Grupo Mixto.

Acorralado por las alianzas puntuales del PP y los nacionalistas, el grupo mayoritario se vio obligado a eliminar de sus iniciativas cualquier concreción que pudiera restarle apoyos entre los minoritarios. Entre otros ejemplos, el límite de los 24.000 euros para la deducción por compra de vivienda se convirtió en un genérico 'rentas bajas'. Y la promesa de un ordenador portátil para cada estudiante desapareció. Tampoco la deducción de cinco puntos en el impuesto de sociedades de las pymes que mantuvieran el empleo salió adelante. Esas batallas llegarán cuando los socialistas tengan que buscar respaldo para concretar en la Cámara las resoluciones en leyes.

Pese a todo, los socialistas se felicitaban por haber sacado adelante las medidas estrella que marcaron el debate la pasada semana : las propuestas sobre educación, la supresión de la deducción con vivienda o las ayudas directas al automóvil.

Más difícil lo tuvieron a la hora de frenar las propuestas de los demás grupos. Las que pudieron las pactaron, pero en el resto tuvieron que movilizar hasta el último de sus apoyos. El tanteo era tan ajustado que en tres votaciones hubo empate. Así las cosas, el PSOE no pudo evitar que llegaran las derrotas. Sólo cuatro mancharon una jornada en que los socialistas se despedían de su principal negociador durante el último año, Ramón Jauregui.

Al final se aprobaron 45 propuestas de resolución, la mitad de las presentadas. ERC-IU-ICV lograron sacar adelante cuatro de las suyas, entre ellas la extensión de la protección para desempleados sin ingresos y la creación de un pacto por el empleo, la protección y la economía productiva (una de las derrotas socialistas).

Por su parte, CiU consiguió sacar adelante cinco de sus resoluciones. Habría sido una más si los socialistas no se hubieran echado atrás en una enmienda pactada la noche anterior con los catalanes. En ella se abogaba entre otras cosas por la eliminación , dentro del Acuerdo Social, de la dualidad en el mercado de trabajo. El portavoz del PSOE, Jesús Membrado alegó que las declaraciones de el catalán Josep Sánchez Llibre la noche anterior hablando abiertamente de 'reforma laboral', pervertía el espíritu de lo acordado.

No mencionó, sin embargo, la presión que IU y los sindicato ejercieron desde que saltó la noticia: si se aprobaba la moción, el Gobierno se quedaba solo. Aunque tímido, el Pleno de ayer fue testigo también de un acercamiento entre socialistas y vascos. Ambos grupos se aceptaron mutuamente tres enmiendas. Sin excesivo valor político, el intercambio tiene algo de simbólico como posible principio del deshielo. El PNV consiguió sacar adelante siete de sus propuestas y provocaron otras tres derrotas al PSOE. Y el grupo Mixto vio recompensado su apoyo con la aprobación de 13 de sus 15 propuestas. Sólo dos de UPyD cayeron.

Hubo también cuestiones en las que el consenso se extendió a casi todos los grupos. Por amplia mayoría la Cámara aprobó relanzar la Comisión sobre el Pacto de Toledo para que finalice sus trabajos este mismo año y decida sobre el futuro de las pensiones. También hubo consenso en una resolución que marca los principios que regirán la Presidencia Europea que ostentará España en el primer semestre de 2010.

Los socialistas también consiguieron arrancar el apoyo del PP a una enmienda sobre Justicia. Además de limitar la jurisdicción universal, el texto del PSOE compromete para la modernización de la Justicia y la implantación de la oficina judicial 600 millones en tres años, 200 por ejercicio. Se obliga además a lograr antes de finalizar mayo un acuerdo con la asociaciones judiciales respecto al sistema de ascensos y conciliación de la vida laboral y familiar.

Son precisamente estos tres amplios pactos las únicas tres medidas que los conservadores pudieron ver aprobadas. Las otras doce fueron tumbadas con más o menos holgura. En dos de ellas, sobre 'igualdad y libertad de los españoles' y sobre regulación de la inmigración irregular, el PP se quedó prácticamente sólo y demostró sus dificultades para representar una alternativa política al Gobierno entre los demás grupos.

A pesar de ello, la lectura dada ayer por la dirección conservadora en el Congreso no podía ser mejor. Su secretario general aseguró que el PSOE había tenido que 'descafeinar' sus medidas para conseguir aprobarlas. 'Han votado la nada. Las medidas anunciadas por el presidente no están y por tanto han votado contra su discurso de la semana pasada', dijo José Luis Ayllón.

Los socialistas en cambio mostraron una visión completamente opuesta. Su portavoz, José Antonio Alonso, calificó la votación como 'el mayor revolcón del PP durante los últimos años'. Además, especificó que todas las propuestas del presidente de Gobierno se harán realidad cuando lleguen a la Cámara. A juicio de Alonso, las votaciones de ayer sólo demostraron una cosa. Según él, quien está sólo es el PP y no el Gobierno.

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