La reforma del sambódromo de Río de Janeiro, ahora con más lugares y mejor acústica e iluminación, aumentó más el espectáculo del considerado el Carnaval más atractivo del mundo, según se pudo comprobar en la primera noche de desfiles de escuelas de samba que concluyó en la mañana de hoy.

Las modificaciones que la alcaldía introdujo en los desfiles de las decenas de blocos (comparsas), que hoy continúan sus pasacalles pero ahora en locales más amplios y con mayor capacidad para los cariocas y turistas que quieren bailar libremente en las avenidas, incremento la diversión en el Carnaval de Río.

Los espectadores que asistieron hasta casi el amanecer de a la primera noche de desfiles de escuelas de samba del Grupo Especial, en mayor número debido a que la capacidad del sambódromo fue aumentada desde 60.000 hasta 72.500 lugares, pudieron disfrutar de un espectáculo mejorado gracias a la nueva iluminación y a los ajustes en la acústica.

La reforma del sambódromo, concluida a las prisas poco antes del inicio de la fiesta, supuso un nuevo desafío para las escuelas de samba.

Si, por un lado, la mejor iluminación y visualización permitió destacar el perfeccionismo de los disfraces y de las carrozas alegóricas de algunas como Portela y Vila Isabel, por otro lado mostró con mayor claridad los errores de evolución de otras como Imperatriz y Porto da Pedra.

De la misma forma las escuelas tuvieron que esforzarse para lograr que sus entre 4.000 y 5.000 integrantes cantasen coordinadamente con batería de samba en los 720 metros de extensión del sambódromo para evitar que, con la mejoría en la acústica, el público o los jurados pudiesen percibir una posible pérdida del compás.

"Con la nueva acústica los integrantes tuvieron que cantar con más garra y afinidad", admitió Gilsinho, intérprete de la canción de Portela, la segunda escuela en desfilar anoche.

La ampliación de la avenida permitió que las escuelas osasen en el tamaño y el lujo de sus gigantescas carrozas alegóricas para delirio del público pero para dolor de cabeza de algunas como Mocidade, que perdió puntos luego de que una de sus plataformas chocase contra un muro y afectase la evolución de todo el grupo.

"La reforma fue buena para todos y todos salimos ganando. Nosotros tuvimos que pensar nuestro desfile a partir de la nueva realidad y por eso cambiamos el formato de las carrozas y hasta los colores, y le pedimos a la batería (el grupo de percusión) un sonido más grave y menos agudo", dijo el director artístico de la Beija-Flor, Laíla.

Según las primeras evaluaciones de los críticos, las escuelas que más destacaron en la primera noche fueron Vila Isabel y Portela, que coincidieron con temas africanos, la primera son se homenaje a Angola y la segunda a Bahía, especialmente a las divinidades africanas adoradas por los seguidores de las religiones afrobrasileñas en ese estado del nordeste de Brasil.

Mientras que Portela desfiló confiada en la popularidad de su samba, considerada como una de las mejores entre las compuestas para el carnaval de este año, Vila Isabel agradó al público con una exhibición de alegorías sobre animales salvajes y dioses africanos, y por desfilar en algunos momentos al ritmo angoleño del kuduro.

Además de estas dos escuelas, Beija-Flor, con un desfile dedicado a la ciudad de Sao Luis de Marañón, es señalada tras la primera noche como favorita para retener el título que conquistó el año pasado como mejor escuela de samba del Grupo Especial, la primera categoría del Carnaval de Río de Janeiro.

Mocidade Independente, que homenajeó al pintor Cándido Portinari, también fue aclamada por el público pero sus problemas técnicos en la evolución le pueden restar puntos, así como ocurrió con los desfiles de Imperatriz Leopoldinense (dedicado a Jorge Amado), Porto da Pedra (al yogur) y Renascer de Jacarepaguá (al artista plástico Romero Britto).

Las otras seis escuelas que componen el Grupo Especial desfilarán entre la noche de este lunes y la madrugada del martes, y la expectativa está centrada en las presentaciones de Mangueira y Salgueiro, dos de las más populares.

Mientras el sambódromo se prepara para su segunda jornada de lujo, los cerca de 850.000 turistas que se encuentran Río disfrutando del Carnaval se divierten en los desfiles callejeros de las decenas de blocos, que con sus poderosos equipos de amplificación y sus creativos disfraces, arrastran a multitudes por todos los barrios de la ciudad.