Este artículo se publicó hace 15 años.
Las reformas tecnológicas de Obama chocan con la burocracia
El presidente Barack Obama quiere utilizar herramientas de Internet para hacer más receptivo al Gobierno de EEUU, pero tendrá que pasar por encima de equipos viejos, regulaciones engorrosas y un potencial bochorno.
Que le pregunten a Colleen Graffy, responsable de la Administración Bush cuyas intervenciones en Twitter sobre las compras libres de impuestos y los trajes de baño alquilados durante un viaje oficial a Islandia generaron un gran ridículo el mes pasado.
Los diplomáticos que se van de la lengua van a ser sólo una de las preocupaciones de la Administración Obama en este momento en el que intenta arrastrar la burocracia federal por el siglo XXI.
Además de ordenadores y normas obsoletas, está el desafío obvio de mantener la dignidad presidencial en el discurso internauta, difícil de controlar.
La primera semana de Obama en la Casa Blanca demuestra que se avecinan dificultades.
La Administración creó una página web en el momento en el que Obama se convirtió en presidente y no la actualizó durante días.
Los empleados de la Casa Blanca se encontraron con que sus buscadores tenían filtro y que sus chats online no funcionaban. Incluso Obama tuvo que luchar por mantener su apreciada Blackberry por cuestiones de seguridad ante los hackers.
El lunes, el servicio de correo electrónico de la Casa Blanca no funcionaba.
David Almacy, el anterior director de Internet de la Casa Blanca, lo entiende. Llegó en 2005 con una larga lista para actualizar la seria imagen online del Gobierno Bush.
"Todo el mundo mirándome y sonriendo", dijo Almacy sobre su primera reunión. "Dijeron 'Estaría genial, pero no podemos hacer nada de esto'".
Los empleados de la Casa Blanca, acostumbrados durante la campaña a usar las últimas herramientas para atraer a seguidores, se sentirán bastante limitados por la legislación, según los expertos.
Entre esas normas figuran:
- Los administradores que borren comentarios inapropiados en las web gubernamentales pueden estar violando la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión.
- Las normas de contratación federales diseñadas para asegurar la igualdad podrían retrasar las actualizaciones de software y otras mejoras.
- Los videos online podrían no mostrarse a causa de una norma que obliga al Gobierno a dar acceso en tiempo real del contenido también para los usuarios con minusvalías.
- Una norma de privacidad del año 2000 que prohíbe a las páginas web gubernamentales guardar y almacenar la información de los usuarios, limita la posibilidad de construir los contenidos a gusto de los visitantes.
- Una ley de 1978 obliga a archivar la mayoría de las comunicaciones realizadas, llevando esto a la Casa Blanca de Obama a bloquear la mensajería instantánea para no tener que preocuparse por escándalos que podrían producirse por información salida de chats online.
- Esa ley también pretende que las páginas web se archiven cada vez que se cambien.
- Las web del Gobierno pueden crear vínculos con otras webs pero con cuidado. Por estas razones, la Casa Blanca puede rechazar la idea de crearse un espacio en redes como Facebook, que jugaron un papel importante en la campaña.
NO ESTARÁ EN FACEBOOK
Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, dijo que no hay planes inmediatos para crear un perfil en Facebook.
Pero la administración se las ha arreglado para dar un par de pasos hacia adelante en aspectos tecnológicos.
El sábado, la Casa Blanca colgó el video semanal de Obama en YouTube acompañado de una transcripción.
Gracias a que el video no se colgó en los servidores gubernamentales, los espectadores pudieron dejar comentarios y moderar los dejados por otros. Los comentarios irrelevantes y críticos se pusieron al final.
Obama también ha invitado a los ciudadanos a comentar la legislación antes de firmarla y que se convierta en ley.
Este acercamiento puede llevar a resultados inesperados. Antes de que Obama tomara el mando, se pidió a los visitantes de la página de transición que hicieran sugerencias para hacer un "Libro de información ciudadana" que Obama leería una vez estuviera instalado en el despacho oval.
La cuestión más importante, con 92.000 votos, era: "Terminar con la prohibición de la marihuana". ¿La tercera más votada? "Terminar con el uso de los recursos federales para minar las leyes de los estados para la utilización médica de la marihuana".
La gente a favor de la legalización ha captado la atención del presidente, pero puede no ser de mucha ayuda.
"El presidente Obama no apoya la legalización de la marihuana", afirmó la portavoz Psaki.
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