Renault cree que los tres altos cargos a los que decidió suspender el pasado lunes por una presunta trama de espionaje industrial estaban pasando información a una persona en China. 

Es todo lo que se desprende de una nueva información del diario Le Figaro , que ayer destapó parte de la trama. La compañía de automóviles sospecha que esas tres personas, que formaban parte de la rama estratégica de la empresa, habían desvelado de manera interesada los secretos de las baterías que se estaban utilizando para la creación de los nuevos cuatro modelos eléctricos que tiene previsto sacar al mercado en los próximos dos años.

La noticia fue confirmada ayer por el ministro de Industria francés, Éric Besson, que dijo en una programa de radio que se trataba de un 'asunto muy serio'.

Renault, en un comunicado, dijo que los tres trabajdores ocupaban 'una posición especialmente estratégica dentro de la compañía, amenazando de manera consciente y deliberada los activos estratégicos, intelectuales y tecnológicos de la empresa'.

Según el diario, las tres personas investigadas podrían haber vendido varios informes aún no registrados a uno o varios intermediarios especializados en inteligencia económica.

Los servicios secretos también creen que China está detrás de la trama de espionajeSobre el receptor de las informaciones, Renault apunta a un agente chino, sin haber hecho pública ninguna prueba. Los servicios secretos están investigando el suceso y, según el periódico, también apuntan a la pista china como principal pista.

Hoy se ha conocido la identidad de los tres hombres. Se trataría de Jean-Michel Balthazard, la persona con el cargo más alto y miembro del comité de dirección y director de la división de proyectos.

Llevaba trabajando para Renault desde 1980 y fue uno de los creadores del Laguna 3 en 2005; también está siendo investigado su adjunto, Bertrand Rochette, a cargo del diseño de los proyectos; y por último, Matthieu Tenenbaum, director adjunto del proyecto de los vehículos eléctricos.