El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, expresó hoy su apoyo a la candidatura al Fondo Monetario Internacional (FMI) de la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, y pidió a los países emergentes que dejen de lado el hecho de que sea europea.

"No es por ser europea por lo que la apoyamos, pero tampoco por ser europea hay que combatirla", defendió Van Rompuy en una rueda de prensa previa al comienzo de la reunión del G-8 en la localidad francesa de Deauville.

En esta cita no se decidirá el relevo del actual director general del Fondo, el también francés Dominique Strauss-Kahn, arrestado por presunto intento de violación, pero es un asunto que estará presente en la conversaciones de los siete países más ricos del mundo más Rusia, máxime cuando Lagarde se postuló ayer mismo para el puesto.

Los grandes países emergentes, el denominado grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), ha puesto en tela de juicio por "obsoleta" la tradición de que el FMI deba estar dirigido por un europeo.

Pero Van Rompuy subrayó la "gran experiencia" y "personalidad de liderazgo" de la ministra francesa, lo que le hace "totalmente capaz de dirigir el FMI". Y resaltó que "es por ello que cuenta con apoyos en Europa, pero también en países del resto del mundo".

Igualmente rechazó que la Unión Europea pretenda hacer "lobby" en el G8 para conseguir adhesiones a una candidatura que "habla por sí misma", dijo.

En relación a la posibilidad de que se impute a Lagarde por un supuesto caso de favoritismo, Van Rompuy recalcó que Lagarde es "totalmente libre de mantener" su candidatura, y aludió a la necesaria presunción de inocencia.